Giran las ruedas de Sport Jam
La plaza de San Juan acogió una jornada lúdica previa a la gran feria deportiva que el sábado regresa a Ficoba
- I.M.
- IRUN
La plaza de San Juan parecía ayer un skate park. En realidad, lo correcto sería decir que fue un skate park. Cerca de medio centenar de módulos convirtieron el espacio delantero del ayuntamiento en patio de juegos para los más jóvenes aficionados de los microscoots, los patienetes y las bicis. Rampas, barandillas y similares fueron provistos desde la organización de la feria Sport Jam, que el fin de semana próximo tomará Ficoba con sus propuestas ligadas a los deportes de deslizamiento sobre ruedas. Hosteleros del entorno, la AVV Alde Zaharra-San Juan y el Club Ciclista Irunés echaron una mano.
Lander, en bici, y Dani, en 'micro', son dos amigos de 11 años que ayer coincidieron en el eventual skate park sanjuandarra. «Está bien», decía el primero, «aunque las rampas más grandes no las puedes coger con la bici, porque puedes pegar con los platos y caerte o romperlos». Valoraba que las pequeñas eran suficiente «para coger una buena velocidad, pero hay que tener cuidado porque hay mucho niño que te puedes llevar por delante». La misma opinión compartía Dani, «porque hay niños pequeños que van muy despacio. Pero bueno, el parque está bien montado y se puede aprovechar bien». Lo dice uno que suele pasarse por el skate park de Santiago. Aquél «es diferente. Aquí es más fácil, pero también es verdad que aquí hay rampas que son parecidas a algunas del skate park, pero más empinadas aún y cuesta más llegar».
Desde muy pequeños
Si los dos mostraban expresa preocupación por evitar 'toques' con otros usuarios se debía a que el espacio lo estaban compartiendo decenas de ellos en clima de cierto desorden y algunos eran realmente pequeños. Pero cuidado, porque en estos deportes, no se trata tanto de la edad como de la habilidad. Martín y Mateo Idiazabal y su amigo Markel Gómez subían y bajaban de cada obstáculo con sus scooters, utilizaban las rampas más pequeñas y las más grandes. Y sólo cuentan seis años
«Estamos muy bien aquí. Hemos venido a andar un poco. Es divertido», se explicaba Mateo. Su mellizo Martín confesaba enseguida cierta frustración «porque han tardado en montar mucho rato. Y todavía (era más de la una ya) hay rampas de las grandes que no han abierto». Podían parecer demasiado altas para ellos, pero viéndolos manejar sus patinetes, no parecían tan jóvenes. «Ya hemos ido al skate park de los grandes, enfrente de Ficoba», informaba Mateo. Así que se veían sobradamente preparados para probar cada obstáculo, por enorme que pareciera. «También usamos los de los niños pequeños», decía Markel con toda naturalidad. «A mí me gustan bastante, porque en esos podemos coger un montón de 'velodidad'». Sirva el error de dicción para recordar que estos tres fenómenos tienen sólo seis años.
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