El portavoz de la formación, David Soto, acompañado por la juntera María Valiente y el senador Josetxo Arrieta. / Oihana Sánchez
SPI ha repartido responsabilidades entre el Partido Socialista y el PNV entorno a la situación creada en Irun con el cese hace unos días de Xabier Iridoy como delegado de Urbanismo y Vivienda y la posterior ruptura del acuerdo de gobierno por el que ambas formaciones gobernaban en coalición en la ciudad.
“Los dos partidos que gobernaban en Irun hasta hace tres semanas acaban en los tribunales y sentados ante el juez. El Partido Socialista y el PNV han generado un desgobierno absoluto en la ciudad, con actuaciones carentes de transparencia y con un alcalde haciendo declaraciones incendiarias y acusatorias sobre otros ediles”, comentaba su portavoz, David Soto.
“Aunque algunos interesadamente han querido restar importancia a este conflicto, la verdad es que se esconde mucho más de lo que el propio ego y afán personalista de los señores Santano e Iridoy dejan entrever. La realidad más descarnada es que en 2015 se acordó un gobierno municipal entre dos partidos a los que solo movía y mueve el poder y ocupar cargos: un reparto de poltronas que ya levantó polvareda en su día y hoy comprobamos los resultados”.
“El fin de la coalición de gobierno y el modo en que ha acabado no es más que la consecuencia lógica de cómo hacen política estos dos partidos, y concretamente el alcalde de esta ciudad: electoralismo, reparto de intereses, falta de diálogo y falta de transparencia. No es esta realidad una excepción en Euskadi, los pactos y acuerdos a otros niveles por parte de estos dos partidos se mueve en las mismas lógicas. En el territorio de Gipuzkoa vemos como las discrepancias entre el PNV y el Partido Socialista ya se elevan a la categoría de desastres de gestión: el palacio Miramar, Chillida Leku… y a nivel de Euskadi el pacto de autogobierno”.
“Y qué decir del PNV a otros niveles acordando presupuestos del Estado, políticas fiscales, segregación en las aulas, etc. Vemos como estos dos partidos anteponen permanentemente sus intereses de partido y comunidad a los del ciudadano; no aclarando ni siendo transparente cuando se dan situaciones como la vivida en Irun, pactando contra los intereses de la ciudadanía, acordando en función de sueldos, cargos y partidas presupuestarias”.
Desde SPI terminan preguntándose “¿cuánto tiempo van a seguir anteponiendo estas dos formaciones políticas los intereses electoralistas a los intereses ciudadanos?, ¿cuándo van a dejar de acordar y pactar a razón de lograr una estabilidad fingida y lo harán para construir ciudad y país más justo y digno para la gente? Queda preguntarnos, ¿qué de cierto tienen las acusaciones del alcalde al señor Iridoy con respecto a posibles prácticas al margen de la legalidad? Y, si no son ciertas dichas acusaciones, ¿qué responsabilidades debería asumir el señor alcalde? Esto continúa y hay responsables claros. La huida no puede ser hacia delante, debemos echar la mirada hacia atrás y aclarar qué ha pasado en Irun. Y, qué está pasando en Euskadi mientras gobiernen estos dos partidos”.