jueves, 17 de enero de 2019

La estación intermodal de Irun que completará la regeneración urbana costará 30 millones

Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 17 de Enero de 2019.

La estación intermodal de Irun que completará la regeneración urbana costará 30 millones

Pardo de Vera, Loza, Ábalos, Santano, Tapia, Itxaso, Garmendia y Páez posan ante la zona ferroviaria en la que se va a actuar./F. DE LA HERA
Pardo de Vera, Loza, Ábalos, Santano, Tapia, Itxaso, Garmendia y Páez posan ante la zona ferroviaria en la que se va a actuar. / F. DE LA HERA

Las instituciones ratifican el convenio de Vía Irun, «la revolución» social y económica de 64.023 metros cuadrados en el centro de la ciudad

Amaia Chico
AMAIA CHICO
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El recorrido está siendo mucho más largo y más lento de lo previsto. Pero ayer, la regeneración urbana de Irun, la más ambiciosa desde la revolución que supuso la llegada del ferrocarril en el siglo XIX, y por extensión, la mayor operación urbanística de Gipuzkoa en este momento, dio un nuevo paso. Escribió «otro capítulo histórico» en un desarrollo que se prevé «largo», pero que todos sus responsables políticos se comprometieron a ir completando «paso a paso», estén ellos al frente de las instituciones implicadas o no. La actuación irá acompañada de una nueva estación internacional cuya ejecución costará 30 millones de euros. José Antonio Santano, que ejerció como anfitrión en su ciudad; José Luis Ábalos, ministro de Fomento que hereda el proyecto y lo conocía 'in situ' por primera vez; Arantxa Tapia, consejera vasca de Infraestructuras, y Denis Itxaso y Marisol Garmendia en representación de la Diputación foral de Gipuzkoa rubricaron el convenio que apuntala la regeneración urbana y el desarrollo de los 64.023 metros cuadrados ganados, en buena parte, al espacio ferroviario en desuso en la zona próxima a la antigua Aduana, cuyo edificio será rehabilitado.
«Queremos aprovechar la parte frontal del edificio, que es de estilo francés», les explicaba Santano al resto de autoridades a pie de vías, desde el mirador que la plaza Txanaleta, desde el que se observa la actual estación, la zona a reformar y se puede obtener una idea aproximada de qué es realmente esa inmensa playa ferroviaria que durante décadas ha fracturado el municipio en dos. «Hacia la derecha, hay todavía otras 12 vías», añadía el alcalde para que, sobre todo el ministro -el tercero que forma parte de este proyecto-, fuera consciente del ingente espacio que ocupan en la ciudad fronteriza. «Paso a paso», calmaba Tapia, que escuchaba y preguntaba los detalles de un proyecto que ya tiene un primer esbozo en forma de maquetas y de aproximación a los usos comerciales, empresariales, educativos, culturales o residenciales con los que se va a dotar ese nuevo «Irun dentro de Irun».
La vista sobre las vías permitió comprobar la situación de la actual estación de Renfe, de la zona ferroviaria en desuso ya desafectada para su incorporación a la ciudad -33. 888 metros cuadrados- y situar la vía del Topo de Euskotren que circula en paralelo fuera de ese espacio, y sobre la que aún no hay una «solución» adoptada, aunque será «la que mejor permeabilidad y servicio a los usuarios permita», comprometió Tapia.

Las claves

Superficie
La regeneración urbana se centra en 64.023 m2, de los que más de la mitad son espacio ferroviario liberado
Proyecto
El «distrito urbano innovador» combinará actividad empresarial, educativa y viviendas
Estación
Será internacional e intermodal y salvará en puente las vías para conectar ambos lados
Vía de topo
El Gobierno Vasco analiza la «mejor solución», o soterrar la vía o moverla hacia el espacio de Renfe
Y, minutos antes, un pequeño recorrido por la exposición abierta junto a ellas, ofreció a los responsables institucionales la primera fotografía aproximada de cómo quedará esa zona dentro de unos años, cuando culmine el proceso que ahora se reactiva, y al que el Ayuntamiento quiere imprimir la mayor celeridad posible. Tal y como les explicó, a grandes rasgos, Santano, el «distrito urbano de Irun» será un polo de «oportunidad» donde confluyan espacios de innovación, educación o residenciales, que conectarán con ese 'otro' Irun hasta ahora separado por una «brecha» ferroviaria que se «suturará» para favorecer la movilidad, tránsito y comunicaciones entre los diferentes espacios. «Irun seguirá siendo ciudad de referencia del ferrocarril, como eje del tren de alta velocidad que conectará -ya veremos cuándo- Madrid con París», ratificó Santano tras la firma del convenio en el Salón de Plenos del Ayuntamiento, tras la visita al terreno y el paseo desde Txanaleta a la plaza San Juan por Colón - «nuestra arteria principal, como en Madrid la Castellana», comparó el alcalde- en el que los políticos aprovecharon para abundar en este y otros temas compartidos. Ábalos habló y recogió además la petición de los pensionistas allí concentrados.
Esta «primera fase» de Vía Irun contempla la reurbanización de esos más de 64.000 metros cuadrados, la construcción de un edificio, Centro Irun, que servirá de nexo de unión de la zona renovada con el paseo Colón y con la estación internacional, la nueva infraestructura que, en principio, salvará las vías a modo de puente, y pretende integrar tanto las conexiones ferroviarias de alta velocidad, larga distancia y cercanías, además de los autobuses interurbanos y quizás, depende de la decisión final, los viajeros de la línea de Euskotren.
El convenio, a la espera de la firma de Olano, ausente ayer
El diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, tendrá que ratificar a posteriori el convenio sobre Vía Irun que ayer firmaron las otras tres instituciones implicadas. Su ausencia, por motivos que se desconocen, ya que figuraba en la convocatoria, causó además cierta molestia entre sus socios de gobierno socialistas en el ente foral, según reconocieron fuentes consultadas. Tras el acto protocolario y los discursos, el teniente de diputado, Denis Itxaso, que acudió junto a la diputada de Movilidad Marisol Garmendia no comentaron la situación, y se limitaron a mostrar el respaldo de la institución a la que representan en «la operación urbanística, social y económica más ambiciosa de Gipuzkoa». El convenio, como en el resto de instituciones, ya fue aprobado en el consejo foral.
El ministro Ábalos, que comprometió a su equipo y «lo que es igual de importante, a los que vengan por detrás», con el proyecto, avanzó que ya está en marcha la contratación de la redacción del proyecto de la nueva estación internacional. Una infraestructura que servirá para «reunificar los barrios ahora separados», y que precisará de una inversión aproximada de 30 millones, 23 para la estación en sí, y 7 más para «adecuar el entorno». El presupuesto, confirmó el titular de Fomento, saldrá de las arcas de su Departamento, a través de Adif, la gestora ferroviaria estatal cuya directora Isabel Pardo de Vera fue en realidad la encargada de suscribir el convenio. Y parte de esos recursos económicos procederán de los «aprovechamientos urbanísticos del suelo liberado».

Estudio sobre el Topo

Una de las dudas por despejar, además del diseño definitivo de esta infraestructura, es si dicha estación internacional e intermodal acogerá también a los viajeros del Topo. La consejera vasca reivindicó su línea y la estación de Colón, que acogió en 2018 a más de 635.000 viajeros, y se comprometió a fomentar «una mejor integración» de la línea en la reordenación del entorno pero preservando el «mejor servicio» a los usuarios. En ese sentido, el Gobierno Vasco ha encargado un estudio para analizar «las cuestiones técnicas, la obra, el trasvase de viajeros...», y en coordinación con los arquitectos municipales que desarrollan Vía Irun tomarán una decisión final.
Fuentes consultadas aseguran que «aunque no se descarta nada», hay dos opciones principales: soterrar la vía y mantener la estación de Colón actual, o desplazarla hacia la playa de vías de Renfe, lo que podría obligar a modificar la ubicación de la parada, un hecho que ya no se descarta. «Tenemos un largo camino» por delante, auguró la consejera, sin querer rebajar el «optimismo» que mostró el alcalde, tras ver reactivado el proyecto que firmó su primer «capítulo en 2011», y confirmando esa imagen de ciudad fronteriza ferroviaria del siglo XXI que dibujó el ministro. «La puerta de entrada o de salida con la que los turistas extranjeros se quedan del país».

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