sábado, 22 de septiembre de 2012

Los programas de apoyo a padres y adolescentes inician una nueva edición

Noticia publicada en Diario Vasco sección Bidasoa, el sábado día 22 de Septiembre de 2012.


IRUN

Los programas de apoyo a padres y adolescentes inician una nueva edición

Más de cien personas participaron en los grupos del año pasado. Las inscripciones pueden realizarse hasta el 15 de octubre y el curso comenzará a finales de ese mes 

22.09.12 - 01:22 - 


Los programas de apoyo a padres y adolescentes inician una nueva edición
Responsables. Elena Ibáñez, Maite Cruzado, Gema Campo y Ana Elosegui. :: F. DE LA HERA
El departamento de Bienestar Social del Ayuntamiento de Irun ha puesto en marcha una nueva edición de los programas Gurasoekin y Apoyo a Adolescentes, en los que el año pasado participaron más de un centenar de personas. Ambos programas se llevarán a cabo desde finales del próximo octubre hasta el mes de mayo de 2013. La participación, tanto en Gurasoekin como en el grupo de Apoyo a Adolescentes, es gratuita y las inscripciones pueden realizarse hasta el día 15 de octubre, llamando al teléfono 010. Las plazas son limitadas y se adjudicarán por orden de inscripción.
La delegada de Bienestar Social, Maite Cruzado, animaba ayer «tanto a los padres y madres como a los adolescentes de la ciudad a tomar parte en estos programas, que están dirigidos por psicólogos especializados y que han tenido mucho éxito en ediciones anteriores. En el caso de los padres y madres, el grupo de apoyo sirve para poner en común las dudas o dificultades que tengan en la educación de sus hijos y las inquietudes que se nos crean, porque no nacemos formados para ser padres. En el caso de los adolescentes, el programa trata de apoyarles y de favorecer su autoestima en esa etapa de cambio tan importante».
La psicóloga Ana Elosegui, dio algunas claves sobre el programa Gurasoekin y aclaró, en primer lugar, que los grupos de apoyo no son terapéuticos, sino preventivos. Las personas que participan en estos grupos «no son padres y madres con grandes problemas ni con patologías familiares, sino padres y madres que tienen las habituales dudas, inquietudes y miedos», explicó. «En ningún sitio pone cómo decirle a un hijo que sus padres se van a separar o que la amona ha muerto, por ejemplo. En el grupo de apoyo podemos escuchar, compartir experiencias y poner en marcha estrategias para que un pequeño problema no acabe convirtiéndose en un problema grande. El objetivo es la prevención y lo que estamos viendo, año tras año, es que el grupo de apoyo aporta serenidad y capacidad de enfrentarse a las situaciones cotidianas con más eficacia».
Elena Ibáñez, técnico de Bienestar Social,explicó que los grupos se distribuyen dependiendo de las edades de los hijos, ya que, en el programa, se inscriben desde padres de bebés hasta padres de adolescentes o jóvenes.
La psicóloga Gema Campos, por sun parte, matizó que los padres deben ir adaptándose a las diferentes etapas por las que pasan los hijos y que esta adaptación es más fácil «cuando hay un equipo de padres. Pero hay veces que no hay equipo. hay padres separados, familias en las que falta el padre o la madre...»
Por este motivo, hay grupos que necesitan un apoyo más intenso y que se reúnen semanalmente y otros que precisan menos trabajo y celebran sesiones mensuales. Unos y otros tienen algo en común. «La mayoría nos dice que el tiempo que han compartido en estos grupos de apoyo es la mayor inversión que han hecho en sus propias familias».
Las responsables de los programas Gurasoekin y Apoyo a Adolescentes creen que «en esta sociedad hay una especie de dramatización de la adolescencia, cuando es una etapa más de la vida, una etapa emocionante», dice Ana Elosegui. Muchos padres llegan al programa «muy asustados», por lo que «les damos un poco de teoría evolutiva, les decimos qué es lo normal en cada etapa».
La adolescencia «es una etapa de cambio, en la que se abandonan las seguridades infantiles», añade Gema Campo. Los adolescentes tienen que adaptarse, primero, al cambio de su propio cuerpo, que se impone aunque ellos no lo quieran y que, generalmente, no les gusta. «Pasan por una etapa de mucha vergüenza y la vergüenza duele mucho». A todo esto, se suma «el necesario desencuentro con los padres, que ha de producirse nos guste o no». Lo que más le importa al adolescente son los amigos, «encontrar ese grupo que le admita y salir al mundo de fuera». Y fuera, el riesgo son las dependencias, «buscar la independencia de casa y quedarse con otra dependencia» (las drogas, las relaciones de dominio o maltrato, la sociedad de consumo...). Por si esto fuera poco, deben estudiar y aprobar. «A nadie le gusta estudiar, pero a nadie le gusta suspender. Tenemos que darlos cuenta de lo cuestionados que están», advierte Campo. Por eso, valoran mucho que en el grupo de apoyo «pueden hablar sin que se les juzgue».

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