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La revisión del Plan General se llevará al pleno en febrero para su aprobación provisional
El Consejo Asesor de Planeamiento celebró una reunión en Ficoba para conocer las últimas modificaciones. La aprobación definitiva del PGOU se producirá en sesión plenaria «antes de las vacaciones de agosto»
19.01.14 - 00:22 -
El Consejo Asesor de Planeamiento, del que forman parte responsables políticos, técnicos municipales y diferentes asociaciones y colectivos representantes del tejido social irunés, celebró una reunión el pasado lunes en Ficoba para conocer las últimas modificaciones del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Los informes de organismos oficiales que el documento necesitaba, debido a las diferentes servidumbres del municipio (como es el caso de Aviación Civil, por la proximidad con el aeropuerto), ya están listos, de manera que el próximo mes de febrero el documento será presentado al Pleno de la Corporación para su aprobación provisional.
La aprobación definitiva de este plan, que trata de distribuir el terreno del municipio, de forma que haya espacio suficiente para ubicar con cierta armonía las infraestructuras, viviendas, servicios y áreas de desarrollo de actividad económica que necesitan sus habitantes, se producirá en el mes de julio. «Esperamos que la aprobación definitiva, ya sin más informes que condicionen el documento, pueda hacerse después de sannmarciales y antes de las vacaciones de agosto», anunciaba el delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez.
La reunión celebrada el lunes en Ficoba se centró, principalmente «en presentar cuáles han sido las propuestas de mejora». Se mantiene el 77% del término municipal de Irun bajo reserva medioambiental, ya que tanto el área de las marismas de Txingudi como el Parque Natural de Aiako Harria y valle de Olaberria están protegidos.
Vivienda y actividad económica
En el perímetro de la ciudad consolidada y en lo referente a construcción de vivienda, hay todavía algunas zonas donde se quiere intervenir, muchas de ellas procedentes del Plan General vigente del año 98, ya obsoleto (San Miguel- Anaka, Iparralde-Gal, Txenperenea, Panpinea y Korrokoitz). Se incorporan, además, nuevos ámbitos, principalmente localizados en el espacio ferroviario y en Matxalagain y Blaia, donde se prevé una ordenación residencial de baja densidad. «Estamos hablando de incorporar unas 3.000 nuevas viviendas, con una previsión de crecimiento de la ciudad mucho más conservadora de la que se abordaba en el año 2008», añadía el delegado de Urbanismo. «Pese a todo, no nos podemos dejar imbuir por la actual coyuntura. Tenemos que elevar un poco la mirada y pensar que Irun quizá no vaya a ganar población por personas que vengan de fuera, como ha sucedido hasta 2012, pero sí debemos tener en cuenta que por nuestro crecimiento vegetativo la población sigue aumentando y debemos prever cierta capacidad de alojamiento».
En el documento, hay referencias al desarrollo de actividades económicas, localizadas, principalmente, en Araso-Gaintxurizketa, aunque se han hecho modificaciones con respecto a planteamiento inicial. «Lo que hacemos es calificar esas zonas, pero no las programamos. Lo haremos en función de la necesidades que se vayan generando, si hay más demanda que oferta de suelo. Lo que intentamos es que lo poco que hay en suelo residencial o para actividades económicas no lo encarezcamos más de los debido. Se trata de que haya un mínimo de oferta en diferentes parcelas para que el precio no sea excluyente a la hora de construir una vivienda o un pabellón para el desarrollo de actividad económica».
Estos fueron los dos planteamientos iniciales en los que el Consejo Asesor centró su debate, siempre teniendo presente la apuesta por el medio ambiente. Y dentro del capítulo medioambiental, ha quedado fijada en el documento la preservación de un pasillo ecológico entre Aiako Harria y el monte Jaizkibel para el paso de animales. «Hay una fauna significativa, principalmente de jabalíes, pero también de otras especies que viven en Jaizkibel y que tienen necesidad de moverse hacia la zona de Aiako Harria. Hemos hecho una reserva especial de paso con una sección que creemos que suficiente para que los animales puedan desplazarse».
Infraestructuras
En la reunión también se trató el tema de las infraestructuras. La apuesta que el Consejo Asesor ha realizado es la de priorizar todos los tráficos de conexión y de paso de la ciudad por el sur y no por el norte, como ha ocurrido hasta la fecha. «La decisión es que no queremos abordar un desdoblamiento de la GI-636 desde Osinbiribil hasta Behobia, por el impacto que tendría esa actuación tanto para Artia como para todo el cauce del río Bidasoa y, desde luego, sobre la entrada a Behobia».
La apuesta que se hace en el documento es «mantener la sección actual de la variante Norte y apostar, junto con la Diputación Foral de Gipuzkoa, por hacer un acceso a Irun desde Ventas, en paralelo a la autopista, que vaya distribuyendo los tráficos desde el sur de la ciudad hacia Elitxu, Larreaundi, Arbes, Artia y Behobia para desembocar, en el barrio de Bidasoa, en el entorno de Ernautenea».
Las comunicaciones por carretera tienen vital importancia en el PGOU, «como lo tiene el proyecto de recuperación del espacio ferroviario, que sigue siendo la gran apuesta de la ciudad. El hecho de que en este momento, por la coyuntura en que nos encontramos, no seamos capaces de llevarlo adelante, no significa que hagamos dejación de esta reivindicación que es nuestra y que no viene de fuera, sino que está pensada, debatida y propuesta desde la ciudad. Hemos marcado los pasos, para que en el futuro el Gobierno Vasco y Fomento hagan lo que es de su competencia. Es muy importante que el plan recoja nuestra aspiración y veremos en el tiempo cómo se va desarrollando».
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