El PNV tacha de «poco ambiciosa» la reforma del espacio ferroviario
«No recoge cubrimiento de vías, ni nuevos viales, ni la solución al Topo y su trinchera» | El portavoz jeltzale critica la «insuficiente altura de miras» en un proyecto que «está incompleto» y va a marcar la ciudad «para los próximos 150 años», por lo que pide al alcalde Santano «que lo corrija»
El portavoz de EAJ-PNV en el Ayuntamiento de Irun, Xabier Iridoy, anunció ayer la «preocupación» en su partido ante «el proyecto de Vía Irun presentado por el Gobierno socialista» que calificó de «poco ambicioso» y del que dijo que «compromete el futuro desarrollo del ámbito a algo conformista y no de futuro y referente».
Iridoy compareció con dos infografías: una actual, de las incluidas en la exposición del proyecto que está teniendo lugar en la plaza de Txanaleta como parte del proceso de participación, y otra de 2009 que se utilizó como una referencia durante el debate social para el Avance de la Modificación del Plan General de Ordenación Urbana y que se incluyó en el PGOU aprobado en 2015 a la espera de que el Adif se pronunciara sobre el espacio que liberaría en el ámbito.
La comparación entre ambos gráficos le sirvió para reforzar su tesis. Recordó que el protocolo interinstitucional firmado en 2011 entre Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Vasco y Ministerio de Fomento recogía «objetivos como integrar el espacio ferroviario en el ámbito urbano; la mejora de la movilidad entre barrios con nuevas conexiones viarias; el cubrimiento de vías para generar un gran espacio público; reubicar y transformar la actual estación y desplazar el trazado del Topo junto a las vías de Adif eliminando la trinchera que supone» la infraestructura de Euskotren. En 2015 se aprobó el nuevo Plan General que, «en relación al espacio ferroviario, recogió similares objetivos».
«No elimina la brecha»
El miércoles, en presencia del ministro de Fomento, José Luis Ábalos, se firmó el convenio interinstitucional con ausencia del diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, que ayer explicó que no iba a «valorar cuestiones de agenda», pero aseguró que firmó el documento al día siguiente «y ya está en manos del Ayuntamiento». Antes de las firmas, ya lo habían aprobado las instituciones implicadas: Adif, Gobierno Vasco, Diputación y Ayuntamiento de Irun. Éste último, lo hizo en Pleno y por unanimidad. El texto «recoge las intenciones del protocolo de 2011», insistía ayer Iridoy.
Cuando el 20 de diciembre «el alcalde Santano y el gobierno socialista de Irun presentaron el proyecto de reordenación del espacio ferroviario, vimos con preocupación su falta de ambición y su insuficiente altura de miras», aseguró Iridoy. «Podría ser un proyecto con una visión de futuro, ambicioso, ejemplar y de calidad en el centro de Irun, tal y como prometió el propio alcalde en un principio. Pero ahora ya no contempla ni el cubrimiento de vías, ni ejes de comunicación entre los diferentes barrios ni la solución de las vías del Topo y su trinchera», incidió el edil.
Para Iridoy, esta operación «que Santano presenta como la gran transformación urbana de Irun, se reduce a una nueva estación, a la rehabilitación del edificio de la antigua Aduana y a la construcción de varios bloques de viviendas y locales lucrativos. Pero en absoluto propone la eliminación de la brecha urbana que divide en dos nuestra ciudad. Ese proyecto está incompleto», continuó el portavoz jeltzale. «Irun tiene que aspirar a una verdadera regeneración urbana». Advirtió que la ciudad está diseñando un futuro «para 100 ó 150 años» por lo que «no nos conformamos con el lavado de cara que propone el Gobierno socialista. Soñamos con un proyecto que transforme Irun y el descuidado espacio ferroviario en un centro urbano de vanguardia del que los irundarras nos sintamos orgullosos».
Para que Vía Irun avance será necesario «consenso político entre los diferentes partidos, consenso institucional y consenso ciudadano» y en cuanto a esto último, Iridoy señaló que «la participación ciudadana que se está llevando a cabo ha sido del todo condicionada». Criticó que se haya presentado «un proyecto cerrado» a un proceso en el que «sólo se puede opinar sobre cómo organizar los nuevos edificios, si lineales o en manzanas. Consideramos que cuando se habla de participación ésta debe ser real, es decir, se debe poder opinar sobre las claves». En este caso, «¿se deben cubrir las vías?, ¿qué usos prefieren los irundarras?, ¿se deben crear vías de conexión entre los barrios?». Iridoy afirmó que «el convenio, el protocolo y el Plan General no limitan» esos aspectos y que es el Gobierno municipal el que, en su proyecto, hace «una interpretación muy limitada de las posibilidades» por lo que pidió al alcalde que «corrija» esa propuesta.
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