«Lo que podemos ofrecer ahora es mejor que lo de hace 10 años»
Los madrileños, en un dulce momento de éxito entre crítica y público, inician en Irun su nueva gira, un formato adaptado para teatros Sidecars, que actuó en la sala Tunk! en 2009, hoy lo hará en el Amaia (20.30)
Sidecars tocó en Irun en 2009. Lo hizo en la sala Tunk! y a los meses, ya en 2010, en la plaza Urdanibia. Hoy vuelve a hacer sonar su música en la ciudad, en el Centro Cultural Amaia a las 20.30 horas, aunque de entonces a ahora ha cambiado prácticamente todo.
Lo primero, la situación de la banda en el panorama musical. «Siempre quisimos tener éxito, que para nosotros significa poder vivir de esto, pero nunca me imaginé que pasaría», explicaba ayer en la sala de conferencias del Amaia el vocalista del grupo, Juancho. Empezaron en 2006, «como una cosa de amigos del instituto». El éxito les llegó hace unos pocos años «y tratamos de ser muy conscientes de lo que nos está pasando y valorarlo mucho, porque no sabemos cuánto puede durar».
Aquella banda que vino en 2009 tenía cierta experiencia, pero seguía siendo amateur. «Durante 10-11 años fuimos teleoperadores, cargamos y descargamos cajas, curramos de camareros por las noches», recordaba su compañero a la batería, Ruly. Para preparar la gira que hoy arranca han contado con profesionales de distintos ámbitos y ayer en el Amaia, además de los propios músicos, trabajaban casi otras 20 personas preparándolo todo.
La propia banda, sus miembros, también han cambiado. «Cuando estuvimos en la sala Tunk! éramos un cuarteto, ahora venimos seis», apunta Gerbass, el bajista. Como Juancho y Ruly, él es uno de los que estuvo en aquellos conciertos que la banda dio en Irun. «Hemos tenido una evolución que nos distancia de aquella época: tenemos la madurez de haber grabado cinco discos y de haber girado por todas partes, por sitios enanos e inmensos. Creo que lo que podemos ofrecer ahora es mejor que lo que podíamos ofrecer entonces», aseguró.
La misma filosofía
Esos escenarios de todo tipo que mencionaba Gerbass incluyen los de los grandes festivales, cuyos carteles llevan ya varios veranos escribiendo Sidecars en letras de buen tamaño. «No hemos terminado de acostumbrarnos a tocar en sitios grandes», afirmaba Ruly. «Nuestro hábitat general siguen siendo las salas». Tras la publicación de su último disco, 'Cuestión de gravedad', el pasado año «hicimos una gira de salas que fue la gira de nuestra vida, con áforos como nunca habíamos hecho y tocando en salas míticas que siempre quisimos pisar», valoró Juancho.
Después llegó la época de festivales y al plantearse este 2019. «Quisimos hacer algo distinto que renovara las ganas de salir a la carretera». Eligieron este formato de teatro que permitía, por un lado, «desvestir las canciones y llevarlas a otro terreno», apuntaba el cantante, y también un contexto diferente «que tiene algo que los festivales no tienen: el público del teatro está callado, escuchando», comentaba Ruly. Así, tras la sala Tunk! y el concierto al aire libre en la plaza Urdanibia, éste de hoy marca otra importante diferencia en cuanto al formato.
Por todo lo dicho, merece la pena acudir hoy a escuchar a Sidecars. De hecho, la buena marcha de la venta de entradas (si finalmente no se alcanza, sí al menos se rozará el lleno) marca otra diferencia respecto a los conciertos de hace un decenio, con unas pocas decenas de espectadores cada uno.
Si algo no ha cambiado en estos 10 años, algo que hace aún más interesante acercarse a escuchar al grupo, es su «filosofía. Nunca hemos querido mirar hacia fuera para sonar de determinada manera porque estuviera de moda. Siempre hicimos nuestras canciones de la mejor manera que supimos. El tiempo pasó y un día el ciclo hizo que nuestras canciones estuvieran en el momento adecuado», reflexionaba Juancho. «Seguimos en la misma idea: escribir las mejores canciones posibles, con más cariño y más mimo aún, porque ellas nos han traído hasta aquí».
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