lunes, 18 de febrero de 2019

Álvaro Moreno vuelve al cine con 'Tibet', 'Mía', 'Lurra' y una camada de cachorros

Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 17 de Febrero de 2019.

Álvaro Moreno vuelve al cine con 'Tibet', 'Mía', 'Lurra' y una camada de cachorros


Colegas. Pilar Castro, Tíbet, Álvaro Moreno, Mía y Quim Gutiérrez, durante el rodaje de la película 'Ventajas de viajar ven tren'./
Colegas. Pilar Castro, Tíbet, Álvaro Moreno, Mía y Quim Gutiérrez, durante el rodaje de la película 'Ventajas de viajar ven tren'. 

Irun ha sido una de las localizaciones de la película, una adaptación de la novela de Antonio Orejudo, dirigida por el donostiarra Aritz Moreno

MARÍA JOSÉ ATIENZA
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'Ventajas de viajar en tren' no es un anuncio de Renfe. Es una novela de culto publicada en el año 2000 y escrita por Antonio Orejudo. También es una película que acaba de rodarse en varias localizaciones, entre ellas Irun, dirigida por el donostiarra Aritz Moreno y con el irundarra Javier Aguirre a cargo de la fotografía. Y es, además, el décimo largometraje en el que participa el adiestrador Álvaro Moreno, esta vez con tres perros adultos y una camada de cachorros, nada menos.
Intriga y humor (negro) van de la mano en este original filme, en el que una editora literaria se ve obligada a internar a su marido en una clínica psiquiátrica del norte del país, al descubrirlo con la cabeza totalmente ida. En el viaje de vuelta a casa, en tren, un desconocido se dirige a ella y le pregunta: «¿Le apetece que le cuente mi vida?» El desconocido resulta ser un psiquiatra de la misma clínica, que investiga los trastornos de la personalidad, a través de los relatos y los escritos de los pacientes.

Los datos

La película
'Ventajas de viajar en tren', producida por Logical Pictures/Morena Films/Señor, Señora y dirigida por Aritz Moreno, con el irunés Javier Aguirre como director de fotografía.
Reparto
Luis Tosar, Pilar Castro, Ernesto Alterio, Quim Gutiérrez, Belñen Cuesta, Macarena García, Javier Botet, Javier Godino Gilbert Melki, Ramón Barea, Antonio de la Torre , Ingrid García Johnson y Daniel Horvath.

El estreno de este 'thriller conspiranoico', se espera para el otoño. «¡Ojalá sea en el Festival de Cine de San Sebastián!», dice el adiestrador irunés, que ha participado en el rodaje de la película en tres localizaciones: «Pamplona, un chalet adosado de Urdanibia y Villabona». En esta última, incluso, ha hecho un cameo como responsable de un centro canino de acogida.
«En el guión, había algunas secuencias que me parecían casi imposibles, pero las hemos conseguido»

Un reto interesante

La relación de Álvaro Moreno con el cine empezó siendo esporádica y ahora ya es casi habitual. «Hay cantidad de proyectos en este momento en Euskadi, un movimiento tremendo», dice. «Fue terminar 'Agur Etxebeste!' y recibir la llamada de la productora Morena Films para trabajar en 'Ventajas de viajar en tren'». El rodaje concluyó el mes pasado «y ya estoy metido en otro proyecto: la serie 'Patria'», añade Álvaro.
Pero vamos por partes. «Yo había coincidido con Aritz Moreno en 'Handia', donde también trabajó, aunque no como director», cuenta Álvaro. «Cuando me reuní con ellos para 'Ventajas de viajar en tren', me miraron muy serios y me presentaron el proyecto. Era un reto muy gordo, pero muy interesante, porque los perros tenían mucha presencia en la película. Tenía que trabajar con tres perros adultos y con una camada de cachorros. Había algunas secuencias bastante duras, que me parecían casi imposibles de rodar. Pero dije que sí y al final, ha salido todo bien. Me he quedado muy satisfecho con el resultado».
«La concentración de un perro dura muy poco y la tensión en el rodaje es alta, pero engancha»
Al igual que ocurre con los actores, cada perro tiene su perfil y su carácter, por lo que es necesario hacer un casting. Álvaro Moreno trabaja en cine, preferentemente, con canes de clientes suyos, a los que conoce porque han pasado por su escuela de Meaka. Para el rodaje de su décima película, el adiestrador eligió a 'Tíbet', un pastor australiano, a 'Mía', una schnauzer gigante y a 'Lurra', un pastor vasco. Ellos interpretan , respectivamente, los papeles de 'Pingo', 'Charla' y 'Elvis'. Además, para representar el rol de 'Elvis' cachorro, el adiestrador tuvo que llevarse una camada, con madre incluida, para procurar a los perrillos el alimento y el calor que necesitaban en ese momento.
Antes del rodaje, Moreno tuvo que hacer un trabajo previo. 'Pingo' es, en la película, es el perro de la actriz Pilar Castro, mientras que Quim Gutiérrez es el dueño de 'Charla'. «Los personajes de Pilar y Quim se conocen a través de los perros», cuenta (hasta donde puede) Álvaro Moreno. «En la película, tiene que verse el feeling entre perro y dueño. Eso es algo que hay que trabajar antes y la verdad es que el entrenamiento fue de maravilla. Los dos actores tuvieron una disposición muy buena. Con Quim pasé una tarde explicándole cómo funcionan los perros psicológicamente, porque necesitaba saberlo para meterse en su papel. Se interesó mucho y tuvimos una relación muy buena. A Pilar, los perros le daban un poquito de respeto, pero acabó llevándolo muy bien. En el rodaje, ella me ayudó mucho con los trucos que hay que utilizar para mantener el estímulo. Hay una secuencia en la que el perro va suelto con ella y realmente parece que fuera su dueña».
Tampoco se conocían entre sí los tres canes adultos «y esa fue otra cuestión que trabajamos, porque debían pasar mucho tiempo juntos. Tenían que ser compatibles. Había secuencias en las que había que manejar varios perros a la vez y eso aumenta mucho el grado de dificultad. Aunque se lleven bien, cuando se cansan, aparece el estrés y surgen los problemas, más si están juntos en un espacio cerrado. Hay una secuencia en la que tienen que comer todos a la vez y Mía, que es la dominante, sacó los dientes. No estaba previsto en el guión, pero sirvió».

Más difícil todavía

En otra secuencia, ésta rodada en el salón del adosado de U rdanibia, los tres perros adultos tienen que aparentar estar plácidamente dormidos. «Sudé tinta para conseguir que lo hicieran ¡y sin anestesia!», se ríe Álvaro. «Siempre hay un micro, una cámara y alguien moviéndose y los perros tienen que estar quietos, sin mirar al micro, ni a la cámara, ni al que se mueve. El nivel de concentración en un perro dura muy poco y la tensión es alta, porque los rodajes son caros y procuras no repetir. Pero es una tensión que engancha».
Tanto engancha, que el adiestrador está a punto de embarcarse en una aventura más difícil todavía. «Para la serie 'Patria', me han pedido un perro y dos gatos. Con los gatos estoy algo encogido, aunque no tengo miedo. Sé que puedo entrenar a un gato, pero también sé que un gato es capaz de morirse de hambre si tú le das algo que él no quiere comer. Si el gato dice que no, es que no, te pongas como te pongas y ése es parte de su encanto. Veremos lo que pasa».


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