El aeropuerto de Hondarribia estrena el año con pérdida de viajeros y de vuelos
El número de pasajeros en enero fue de 19.129, un 5% menos que en el mismo mes de 2018, y las operaciones cayeron un 16%
No ha sido un buen arranque de año en el aeropuerto de Hondarribia. El ajustado balance logrado el pasado año ha pinchado en el primer mes de 2019, en el que se han perdido viajeros y número de vuelos. Según la estadística de enero hecha pública ayer por Aena, Hondarribia registró un total de 19.129 pasajeros, lo que supone un 5% menos del tráfico registrado en el mismo período del año anterior, cuando 20.140 personas utilizaron esta terminal para realizar algún viaje.
El revés que se ha llevado el aeródromo guipuzcoano es además doble. Y es difícil pronosticar si será duradero. Ya que no solo ha descendido el número de viajeros, sino que también lo ha hecho, y de forma muy notable, el número de operaciones, o de vuelos. Hasta un 16,1% han bajado los despegues y los aterrizajes en la única pista del aeropuerto. En total, según Aena, se contabilizaron 407 operaciones, cuando un año antes fueron 485.
Estos datos negativos abundan en la fragilidad del futuro de un aeropuerto que el pasado año logró mantener su tráfico de viajeros, incluso se incrementó un 2,7%, pero que fue perdiendo igualmente número de vuelos respecto a ejercicios anteriores. Un mal síntoma que podría repetirse este año, si no se programan nuevos destinos, si las compañías que operan con Madrid y Barcelona reducen sus frecuencias o si los aeropuertos adyacentes van comiendo poco a poco la tostada al guipuzcoano por conexiones o por precios. De momento, según la previsión de Aena que recoge el perfil @donostiair que sigue de cerca cualquier dato o incidencia en torno al aeropuerto donostiarra, Vueling mantiene la operatividad con una previsión de vuelos más elevada que en 2018 en los meses de primavera, verano y otoño. Aunque este pasado enero, sus conexiones con Barcelona bajaron y, en consecuencia, perdieron 700 pasajeros.
La conexión de Air Nostrum con Madrid será clave a la hora de mantener el ritmo en un aeropuerto que no tiene nuevos destinos a la vista, y que, por ejemplo, no ha aprovechado el cierre durante un mes del vecino Biarritz para atraer pasajeros o incrementar, aunque sea de forma temporal, algún destino. De momento, no se conocen nuevas rutas.
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