sábado, 10 de agosto de 2019

Programar un robot Lego para demostrar sus habilidades

Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 10 de Agosto de 2019.

Programar un robot Lego para demostrar sus habilidades

La metodología que utilizó Gureak con el apoyo de Specialisterne en las entrevistas de este proyecto difiere de lo habitual

J.O.IRUN.
Hace dos años el departamento de orientación de Gureak se marcó el objetivo de detectar esas competencias en las personas con Asperger. La colaboración con Specialisterne fue determinante para abordar las entrevistas laborales de manera acorde a las características de este colectivo.
La metodología que se sigue habitualmente en el área de Gureak dedicada a la inserción laboral es, en primer lugar, realizar una entrevista. Pero en este ámbito «las personas con Asperger pueden tener dificultades y dar una falsa impresión, porque no es un espacio en el que se manejen bien». Pero Specialisterne emplea un sistema diferente: «una prueba grupal con unos robots de Lego. En base a unas instrucciones con imágenes, tienen que montar un robot y programarlo». Una tarea en la que las personas con Asperger «pueden tener más competencias que otros, y demuestran lo que no podían demostrar en una entrevista». Jokin Larraza recuerda el caso de una persona que «en una entrevista era casi incapaz de mantener una conversación, pero le dabas el Lego y te lo montaba el primero». Hoy en día, esa persona ha pasado de estar en un taller ocupacional «a tener un contrato de formación haciendo escaneados. No es muy bueno hablando, pero sí tiene una gran capacidad en esa tarea».

Nueve contratos de trabajo

Además de esa prueba con Legos, Specialisterne les ofrece a las personas con Asperger «una formación, o más bien proceso de orientación, de tres meses. La idea no es tanto enseñarles, sino ver cómo aprenden, en qué cosas son buenos...». Gureak replicó ese modelo con el apoyo de Specialisterne en ese proyecto piloto en el que participó Andoni Andueza, que incluyó también unas prácticas de dos meses en puestos cuyas características se amoldaban a cada participante. «El resultado fue muy bueno: de las doce personas que empezaron, nueve consiguieron un contrato de trabajo, con unas tareas que se ajustaban a lo que son capaces de hacer».
Gureak seleccionó a varios de los participantes del proyecto, entre ellos Andoni, con el asesoramiento de la asociación guipuzcoana Gautena.

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