Irun, territorio zíngaro
La comparsa de la Irungo Atsegiña de caldereros abrió ayer el programa del Carnaval 2020 con su habitual bullicio y alegría en una tarde primaveral
Caldereros somos de la Hungría, que venimos en tren especial, a pasar en vuestra compañía, los tres días de este Carnaval. ¡Qué belleza! ¡Qué paisaje, contemplamos todos por doquier! A la gran ciudad irunesa, saludamos llenos de placer». Así cantaron los Caldereros, heraldos del Carnaval, al público que salió ayer a recibirles en su desfile por las calles de Irun.
La bulliciosa tribu zíngara de la Irungo Atsegiña marcó el ritmo con panderetas, martillos, cazuelas, sartenes y toda la cacharrería que fue capaz reunir en su vista a la ciudad. En una tarde primaveral, los Caldereros contagiaron su alegría allá por donde pasaron, desde el barrio de San Miguel hasta la plaza de San Juan, donde este año se celebró una doble la boda gitana, que acabó, como es costumbre, con una cazuela de barro lanzada contra el suelo y rota en tantos pedazos como descendientes habrán de tener las parejas. Y fueron nada menos que 28.
Cuatro elegantes gitanos abrieron a caballo el desfile, seguidos de la carroza en la que viajaba la impactante reina zíngara y sus no menos espectaculares damas de compañía. Tampoco podía faltar el personaje que más gusta y asusta al mismo tiempo a los más pequeños: el enorme oso, conducido con mano firme por su pequeña domadora y que a pesar de todo dio algún que otro quebradero de cabeza con sus travesuras al jefe de la tribu, Joxe Aranburu. Les seguía toda la tribu, muy numerosa este año y ataviada con sus coloridos ropajes y abalorios, que bailaba y cantaba al son de la música de la txaranga. La pareja de gigantes turcos de la Irungo Atsegiña cerró el desfile, que terminó pasadas las 20.30 ante el edificio del Ayuntamiento, donde fue muy aplaudido por el público, que llenaba la plaza de San Juan para asistir a la doble boda.
Este año, los Caldereros venían entrenados, porque la semana pasada fueron invitados a salir en el desfile de San Sebastián, acompañando a sus 'primos'. «La comparsa de Donostia nos invitó a salir con ellos y fuimos una pequeña representación de aquí. Queremos intentar estrechar lazos entre nosotros y también animar a la gente de la comparsa donostiarra a que venga a desfilar a Irun», contaba Patxi Zayas, quien agradecía la participación de todas las entidades colaboradoras y de todos los iruneses e irunesas que ayer se convirtieron en zíngaros para sumarse al desfile. «Todos participamos de manera altruista, nos gusta esta comparsa y año tras año estamos aquí para anunciar el Carnaval. Es una fiesta muy entrañable y muy veterana y tenemos que seguir trabajando para mantenerla», añadía Patxi Zayas.
La comparsa de Iñudeak eta Artzaiak, organizada por Eraiki Dantza Taldea, toma este domingo el relevo de los Caldereros en el programa del Carnaval irundarra. Este año, con motivo de la media maratón, que ocupará las calles céntricas de la ciudad a primera hora de la mañana, las nodrizas, pastores y demás personajes de época retrasarán su salida. La comparsa partirá a las 12.15 de la calle Santiago y seguirá por las calles Escuelas e Iglesia, hasta alcanzar la plaza San Juan, donde realizará una parada. Después, continuará por las calles Mayor y Fueros y el paseo de Colón y llegará a la plaza del Ensanche, donde se realizarán los habituales bailes, al son de la música interpretada por la Banda del Conservatorio. Una vez terminada la representación, la comparsa reanudará la marcha para terminar en la calle Luis Mariano.
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