El Pleno confirma que quiere que Zaisa gestione Vía Irun
El informe técnico que avala la ampliación del margen de actuación de la sociedad pública se aprobó con votos de PSE y PP y abstención del resto
El convenio entre Ayuntamiento, Diputación, Gobierno Vasco y Gobierno central para Vía Irun ya apuntaba a Zaisa como posible herramienta de gestión de la operación y la propia sociedad ha ido dando pasos en esa dirección. En primer lugar, ya es completamente pública, propiedad de Ayuntamiento, Diputación y Gobierno Vasco. En segundo, hace exactamente un año manifestó su intención de modificar sus estatutos para ampliar su objeto social de manera que pudiera convertirse en piloto de Vía Irun.
Para ese cambio estatutario necesita la conformidad de cada uno de sus socios accionistas y la manera en la que cada uno debe dar su visto bueno es diferente. En el caso de Irun, el Pleno debía tomar en consideración un informe técnico que justifique la idoneidad de que Zaisa asuma el reto y que garantice, en la medida en la que lo posibilite la información en tan temprana etapa de un proyecto tan sumamente largo, una viabilidad económica que no ponga en riesgo la estabilidad financiera de la sociedad y, por ende, la de sus socios, incluido el propio consistorio.
Este informe se presentó ante el Pleno en enero, a cuatro meses de las elecciones municipales y con el proceso de participación ciudadana sobre Vía Irun aún abierto. Ambas circunstancias fueron motivo para que SPI (ahora Elkarrekin Podemos-IU) y EH Bildu se posicionaran en contra. También lo hizo EAJ-PNV, aduciendo además argumentos relativos a que no veían exenta de riesgo la decisión. Aunque PSE y PP sí estaban a favor, no había mayoría suficiente y el punto quedó sobre la mesa a petición de Podemos.
En el pleno del miércoles, con el proceso participativo terminado y las elecciones a la espalda, todo cambió. El Gobierno presentó una memoria actualizada y agradeciendo que resultase «aún más completa que la anterior», el PP confirmó su apoyo. Elkarrekin recordó el cambio en las circunstancias y adujo que «en operaciones similares se constituyen nuevas sociedades públicas. Aquí tenemos la suerte de contar ya con una que puede hacer frente a una operación de estas dimensiones» gracias a su potencia financiera, recogida en el informe. Así, y aunque mantiene reservas en algunos puntos que sólo se resolverán en trámites que están por venir, optó por la abstención para que «Zaisa pueda ser el operador lo antes posible».
Algo similar razonó Bildu, que dejó de lado dudas sobre el desarrollo futuro del ámbito que «habrá que discutir cuando hablemos de los Criterios y Objetivos» para «centrar el tema del que hablamos ahora y, por responsabilidad», abstenerse para posibilitar su aprobación. También acabó en la abstención EAJ-PNV, aunque su discurso fue más beligerante. Instó al Gobierno a avanzar en un planeamiento acordado con todos los grupos «antes de involucrar a Zaisa en una posible operación de manera precipitada y con amplias incertidumbres» y aunque se reafirmó en que sea esta sociedad la que gestione la operación, pidió que haya «la seguridad económicofinanciera necesaria para que, por falta de viabilidad, no se vea con un endeudamiento insostenible».
«La viabilidad no es una incógnita, es una condición para todos los proyectos que se derivarán de esta operación», había afirmado el delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez. «El informe recoge que ni la sostenibilidad financiera de Zaisa ni la del resto de instituciones está en situación de riesgo», recalcó.
Una pata de las tres
Tras la sesión, el alcalde, José Antonio Santano, valoró la importancia de este «primer paso para abrir la puerta al modelo con el que gestionaremos Vía Irun». Lo contextualizó en un proceso de líneas paralelas, ya que mientras se avanza en que Zaisa se haga cargo de la gestión de la operación, se trabaja en otros dos frentes. «Los Criterios y Objetivos para la modificación del Plan General irán a Pleno antes de fin de año», señaló sobre la tramitación urbanística. «Por otro lado, junto con una consultora, vamos a colaborar con el tejido empresarial tractor de nuestro entorno para definir qué tipo de oferta en actividad económica hay que plantear para que sea congruente con la demanda».
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