El sueño de cada día es «encajar en algún perfil»
Alrededor de 400 demandantes de empleo y 45 empresas han participado en la Semana del Empleo
Jóvenes en busca de su primer empleo, estudiantes que quieren cubrir gastos, mujeres que regresan a la vida laboral tras un receso dedicado a la crianza, mayores de 50 años que se han quedado en paro por cese de su empresa o negocio, extranjeros con o sin titulación que necesitan un trabajo con urgencia...
Las frías cifras del desempleo toman cuerpo cada día de forma individual y persistente en los domicilios y calles de la comarca y dos veces al año acaban confluyendo en Ficoba. El pasado jueves, alrededor de 400 personas en paro o en búsqueda de un trabajo mejor se acercaron a la Semana del Empleo, organizada por Bidasoa activa en el recinto ferial irunés.
A través de varios paneles instalados en el vestíbulo por la agencia de desarrollo y de una treintena de mesas con atención presencial repartidas por toda la planta baja, 45 empresas ofertaron 215 puestos de trabajo de 110 perfiles diferentes: Auxiliar administrativo, auxiliar de geriatría, reponedora, electricista, mecánico, cocinera, operario de limpieza, camarero, dependienta, profesor de ingés, recepcionista, azafata, comercial, cajera, ayudante de pescadería, de carnicería, de charcutería...
LAS FRASES
- Marisa García y Eli Ormazabal, Alcampo
- «Hay algunos puestos que son más difíciles de cubrir, a pesar de que nosotros damos formación»
- Mari Cruz Manrique, Excamionera
- «Necesito trabajar estos últimos años para seguir cotizando, sé reciclarme y me apaño bien con todo»
- L. Trinidad y E. Aldazabal, Caser
- «Tenemos siete puestos para cubrir y siempre nos ha ido bien en la Semana del Empleo»
- Lissette Herrera, Licenciada ADE en Nicaragua
- «Busco cualquier trabajo mientras estudio una FP, porque homologar mi título me costaría cuatro años»
Cada día, el sueño del demandate de empleo es «encajar en alguno de esos perfiles. He venido a buscar trabajo de reponedora, de dependienta de tienda o de algo por el estilo», dice Naikari Horrillo, de 18 años. «He estado en las mesas de Alcampo, de Venta Peio, de Kiabi, de Negredo, del BM y del restaurante Loretxu. Busco algo temporal. Estoy estudiando idiomas y puedo combinarlo con un trabajo hasta que en septiembre me matricule y vuelva a los estudios al cien por cien. Pensaba que venía a dejar el curriculum y ya está, pero me han atendido muy bien. Son todos muy majos y espero que me salga algo».
Una semana en paro
También Mari Cruz Manrique se ha apuntado «en varios sitios. Estoy en paro desde el sábado de la semana pasada. He llevado un camión durante año y medio, pero ahora ha habido una reducción. Antes, llevé otro camión durante seis años. También he trabajado en Carrefour. Hay que reciclarse. Me da lo mismo una cosa que otra. Me apaño bien con lo que me quieran dar. Lo que quiero es poder trabajar y cotizar los últimos años. Ahora tengo 55. Sé que es difícil a partir de cierta edad, pero espero que me salga algo».
Igual que Mari Cruz, Lissete Herrera, nicaragüense de 30 años, ha dejado su curriculum «en varias mesas. Las expectativas son buenas, aunque no tengo disponibilidad completa porque estoy haciendo una FP en La Salle por las tardes. Estudié Administración de Empresas en mi país, durante cinco años, pero la carrera aquí es diferente y homologar el título me supondría otros cuatro años de clases, una locura. Mientras termino la FP, necesito trabajar en algo, lo que sea».
En la mesa de Caser, una de las empresas más veteranas de la Semana del Empleo, Lourdes Trinidad y Esmeralda Aldazabal ofertan seis puestos de auxiliar de geriatría y uno de limpiadora. «Recogemos curriculums para las residencias de Anaka y Betharram. Cada vez se necesitan más auxiliares de geriatría y, sin embargo, no entran muchos currículums para cubrir estos puestos. Viene mucho más personal para limpieza. No sabemos muy bien a qué se debe, pero es algo general en todas las residencias. La Semana del Empleo nos ha ido muy bien en otras ediciones y esperamos que en ésta se puedan cubrir esos seis puestos»
Marisa García y Eli Ormazabal reciben a los demandantes de empleo en la mesa de Alcampo. «Ofertamos puestos de cajeras y de ayudantes de carnicería, charcutería y pescadería. Este último es uno de los más difíciles de cubrir, a pesar de que nosotros damos formación. Hasta ahora, hemos recibido a gente joven, gente mayor, gente que viene del extranjero, mujeres que han hecho un parón para cuidar a su familia y buscan una segunda oportunidad en la vida laboral, estudiantes que buscan un trabajo para cubrir gastos... ¡Ójala pudiéramos coger a todos!»
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