Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 7 de Noviembre de 2020.

El Gobierno cifra en 13 millones el impacto de la Covid sobre el presupuesto municipal

A falta aún de dos meses para cerrar el ejercicio, el gasto se ha incrementado en 6,2 millones, mientras que la caída de los ingresos se estima en torno a los 7 millones

El alcalde dio a conocer con preocupación la estimación del impacto de la pandemia en el presupuesto municipal. /F. DE LA HERA

IÑIGO MORONDOIRUN.Sábado, 7 noviembre 2020, 10:07

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La afección de la Covid-19 hace mucho que dejó de ser sólo sanitaria. Toda la sociedad está pagando un alto precio más allá de los síntomas y los fallecimientos que provoca. Sus derivas sociales y económicas se extienden a todos los sectores y las instituciones no son ajenas. Ayer, el alcalde, José Antonio Santano, dio a conocer las cuentas del impacto de la Covid-19 en el Ayuntamiento de la ciudad.

«Somos conscientes desde el primer momento de lo que está sufriendo la sociedad: la hostelería, el comercio, las familias, las empresas. Hemos hecho un esfuerzo por acompañar, por ayudar en lo posible», y todas las medidas aplicadas desde el mes de marzo hasta hoy han supuesto «un gasto extra de 6,2 millones de euros, un gasto no previsto en el presupuesto municipal», indicó Santano. Y aunque se ha pospuesto alguna inversión y «hay actividades que no se han realizado, no hemos recortado nada, ni en personal, ni en contratos, ni en servicios».

millones de euros de gasto extra ha provocado la Covid-19 en el Ayuntamiento de Irun

ayuda directa a autónomos (1,6 millones), subvenciones por eficiencia energética y otras (1,4 millones), polideportivos (775.000), Ayudas de Emergencia Social (450.000), autobuses (277.000), refuerzo de limpieza en colegios (150.000) y un sinfín de gastos no previstos en mascarillas (para empleados públicos, alumnado y otros), geles hidroalcohólicos para todas las instalaciones municipales (internas y abiertas al público), campañas de información sobre Covid, de apoyo al comercio local y un largo etcétera.

No sólo es eso. Hay otra derivada en la relación entre la pandemia y la economía del consistorio: la reducciónde ingresos. Hay bonificaciones en tasas e impuestos y algunas otras fuentes que se han secado o han reducido sensiblemente su caudal. Pero todas ellas apenas suman unas décimas a los 7 millones que se prevé que el consistorio dejará de ingresar del Fondo Foral de Financiación Municipal.

«El Ayuntamiento ha tenido gastos extra, pero no hemos querido aplicar recortes ni en personal ni en prestación de servicios»«Para el comercio, lo decisivo es que compremos en las tiendas y no en Amazon. Está en riesgo nuestro estilo de vida»

La suma de gastos extra e ingresos no realizados, todo ello con asuntos relacionados con la pandemia, supone un impacto que el alcalde redondeaba en «unos 13 millones de euros, algo por encima». Seguramente acabará siendo bastante más, porque aún queda ejercicio «y ya tenemos sobre la mesa nuevos posibles gastos derivados de la Covid», decía Santano, necesariamente preocupado porque la desviación equivale ya «al 15% de un presupuesto como el nuestro, de 80 millones».

Reenfoque completo

Santano reconoció que presentaba estos números «consciente de que esto no ha terminado, de que lo que está por venir va a ser más duro que lo que hemos tenido». Por eso señaló que en el consistorio se ha producido «un cambio de mentalidad para poner el foco en la lucha contra el virus, en paliar las consecuencias de la pandemia» en la sociedad.

Citó varias de las acciones desarrolladas y se detuvo en los bonos para el impulso del consumo en comercio y hostelería local, cuya segunda fase está ahora en marcha. «Ya se han consumido la mitad» de los 15.000 bonos de esta segunda campaña que, según indicó ayer el primer edil, «se reforzará y se alargará más allá del 4 de diciembre para la hostelería» que tiene que cerrar sus puertas durante el próximo mes.

«Los bonos impulsan, pero no son decisivos», advertía Santano. «La claves está en la decisión de cada uno de nosotros de bajar a la calle, de ir a la tienda del barrio o del centro, de comprar en el comercio de proximidad y de no comprar en Amazon». El alcalde hizo una defensa nítida de ese comercio urbano «que da vida a las calles, que mantiene empleo y, sobre todo, mantiene el carácter de nuestras ciudades, nuestro estilo de vida. Es muchísimo lo que nos estamos jugando cada vez que tomamos la decisión de comprar. Si no contribuimos con una actitud clara de apoyo, las ciudades en las que vivimos van a cambiar y no las vamos a reconocer dentro de no demasiado tiempo».

En una línea similar, ante el cierre al que se enfrenta la hostelería vasca durante el próximo mes, recalcó que «es urgente que todos juntos, ayuntamientos, diputaciones, Gobierno Vasco y hasta Gobierno central, elaboremos un plan de país para apoyar a este sector porque, si no, nos podemos encontrar con que muchos no vayan a sobrevivir. Dentro de un mes algunos cierres pueden ser definitivos, con lo que eso significa desde el punto de vista social, de empleo y, como en el caso del comercio, del estilo de vida de nuestros pueblos y ciudades». Anunció que en el consistorio ya se están valorando medidas. Algunas están definidas y habrá una reunión con Hostelería Gipuzkoa para estudiar posibles acciones. Otras, «como las propuestas por Elkarrekin en el contexto de la Mancomunidad, las tenemos que contrastar con Hondarribia. Pero todas éstas no van a ser suficientes. Necesitamos un plan de país y lo necesitamos con urgencia».