Noticia publicada en Diario Vasco,el sábado día 7 de Noviembre de 2020.
Los hosteleros iruneses se movilizan y piden respuestas para «una situación crítica»
Hoy, a las 17.30, celebrarán una concentración en la plaza de San Juan, donde harán públicas sus reivindicaciones
Varios hosteleros iruneses hicieron ayer un hueco en su último día de apertura, tras las nuevas medidas adoptadas por el Gobierno Vasco para frenar el avance de la Covid-19, y se reunieron en la plaza de San Juan para informar sobre la movilización que su sector llevará a cabo hoy sábado en la ciudad. «En un principio, se habían previsto manifestaciones en las capitales de Euskal Herria, pero al no poder desplazarnos, hemos decidido hacer en los pueblos nuestras propias movilizaciones», explicaba Eneko Mitxelena.
La plaza de San Juan ha sido el lugar elegido para la concentración convocada por los hosteleros iruneses para las cinco y media de esta tarde. «Convocamos a todo Irun a que venga a apoyarnos, con tranquilidad, usando mascarillas y guardando las distancias interpersonales», añadía Mitxelena.
Aunque el lehendakari, Iñigo Urkullu, subrayó el jueves que la hostelería «no es la culpable» de los rebrotes y pidió «no estigmatizarla», los bares y restaurantes vuelven a ser los grandes perjudicados en esta segunda ola de la Covid-19, con un cierre total de los establecimientos. Según señaló también el lehendakari, «la amenaza de la transmisión comunitaria está vinculada al contacto social no controlado y es en este ámbito donde más se da este riesgo». Los hosteleros de la ciudad aseguraban ayer que «somos muy conscientes de la gravedad de la situación que ha creado la pandemia», pero al mismo tiempo, advertían que su propia situación «es crítica» y pedían respuestas que puedan mitigar el cese obligado de su actividad.
Aunque será durante la concentración de esta tarde cuando los hosteleros hagan públicas con detalle sus reivindicaciones, ayer avanzaron que, en su sector, «las ayudas han sido pocas y no para todo el mundo. Lo que necesitamos es un plan de choque fuerte, porque nosotros estamos en una situación muy complicada y porque somos responsables de nuestros trabajadores», comentaba Eneko Mitxelena.
Esfuerzo de adaptación
Los empresarios de hostelería no han visto compensado el esfuerzo realizado durante estos meses para adaptar sus locales a las nuevas normas. «Hemos hecho todo lo que se nos ha pedido, estamos enfadados y necesitamos ayudas, pero ya», añadía Mitxelena. En Irun, «hay quien ha tenido que cerrar definitivamente y hay quien ha cerrado porque no le resulta rentable trabajar así. Estuvimos cerrados dos meses, empezamos a recuperarnos y después, la situación ha ido empeorando poco a poco. Ahora, el anuncio de que hay que cerrar hasta finales de noviembre, puede darle la estocada final a mucha gente».
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