Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 2 de Febrero de 2021.
«No queremos volver a ser una zona fantasma»
El impacto de los controles fronterizos para exigir la PCR a quienes entran en Francia preocupa a los comerciantes de Irun
Los nuevos controles en la frontera de Irun para exigir pruebas PCR negativa a quienes quieran entrar en Francia apenas ha tenido impacto en el tráfico transfronterizo, pero cada nueva limitación de movimientos entre los dos lados del Bidasoa preocupa a los comerciantes de la zona, que confían en mantener un mínimo de clientela para no verse abocados a los tiempos del cierre total del pasado año, que dejó Behobia como un territorio «fantasma».
La policía francesa comenzó el domingo a intensificar los controles, que son «aleatorios», en el puente de Santiago y en el paso de Behobia tras la decisión del Gobierno galo de exigir la presentación de una PCR negativa a quienes, de forma general, quieran entrar en el país. Pero los trabajadores transfronterizos y los transportistas, que son los más habituales en las dos entradas a Hendaia, están exentos de presentar la prueba diagnóstica. Y tampoco deberán hacerlo aquellos vecinos que vivan en un radio de 30 kilómetros de la frontera. Excepciones que evitan un trastorno importante entre toda la población guipuzcoana que vive o trabaja a uno y otro lado de la muga.
Ante estas nuevas medidas, la preocupación de los comerciantes de la zona ha aumentado, después de un 2020 con pérdidas. Tras el anuncio del pasado viernes del primer ministro galo, Jean Castex, de cerrar fronteras a partir del domingo, el sábado la clientela francesa acudió a Irun a comprar provisiones de cara a las próximas semanas.
«Vivimos mucho del francés»
Natalia Solbes, comerciante de 'Solbes' del puente de Santiago, señala que tienen que «esperar esta semana para ver si afecta o no la nueva normativa». A pesar de ello, «de momento» no notan «cambio con respecto a las últimas semanas». Por su parte, Rubén Fraile, presidente de la Asociación de Comerciantes de Behobia y dueño de Lacave Behobia, asegura que el sábado trabajaron «bien», pero el domingo y sobre todo ayer, «apenas nada».
Transportistas, trabajadores y vecinos de 30 kilómetros a la redonda están exentos de la prueba excepciones
En Behobia denuncian la llamada de las instituciones galas para que los franceses «no vengan a Irun» asociación de comerciantes
En Lacave Behobia tuvieron un único cliente ayer por la mañana. «De momento pensamos en seguir abiertos, pero con horarios reducidos. Lo que no queremos es volver a la situación de marzo y que esto se convierta en una zona fantasma». En Behobia tampoco han notado que los controles se hayan intensificado: «Son los mismos que los de las últimas semanas», dice Fraile.
Los comerciantes sí se han visto perjudicados ante la llamada de las instituciones galas de no pasar a Irun. «Vivimos mucho del cliente francés y encima dicen que vayan a Dantxarinea, por lo que allí están trabajando muy bien y nosotros cero. ¿Qué interés hay en que no vengan aquí? Al final nosotros nos comemos las medidas con patatas y no podemos hacer nada», sentencia Fraile.
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