50 millones para que San Miguel-Anaka gire hacia el alquiler
No hay mejor lugar en toda la ciudad para acoger una solución real y eficaz a la nueva demanda de vivienda que existe en la sociedad. Por circunstancias ya conocidas (que podrían resumirse como una decisión no muy acertada en la planificación de la ciudad durante los años 90), el ámbito de San Miguel-Anaka tiene la obligación de acoger vivienda protegida. Y, prácticamente, sólo vivienda protegida. Lo que el planeamiento no determina es si debe ser de venta o de alquiler. Dada la ausencia de demanda para adquirirla en propiedad (o en derecho de uso de superficie a 75 años), el alcalde, José Antonio Santano, terminó el 2014 apuntando la posibilidad de destinar el ámbito a crear un enorme parque de vivienda pública para responder a la demanda de alquileres sociales y protegidos.
En las previsiones que avanzó Santano se hablaba de 450 casas con rentas entre 200 y 350 euros, de carácter rotatorio. Un gran paso hacia la solución en el que el problema, por supuesto, está en la parte económica. Serían necesarios unos 50 millones de euros, estimaba él. Reconoció que la viabilidad de tal empresa pasaría necesariamente por la colaboración de otras instituciones porque sin su implicación «el Ayuntamiento, por sí solo, no podría».
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