Noticia publicada en Diario Vasco,el lunes día 1 de Febrero de 2021.
Las medidas Covid obligan a replantear el modelo de nuevos recursos y rediseñar el proyecto de Arbes
La Diputación paraliza el centro de Irun y ve «necesario» revisar «el diseño y organización de superficies»
La llegada del coronavirus en marzo puso las residencias patas arriba. Para frenar la expansión del virus había que sectorizar los geriátricos, con grupos de usuarios cerrados y cuanto menos rotaran las trabajadoras, mejor. Las restricciones por la pandemia han traído cambios en la forma de trabajar en estos centros, que desde el principio han sido caldo de cultivo para el SARS-CoV-2. Solo en Gipuzkoa, en la primera ola, 168 mayores de residencias fallecieron por Covid y desde julio ya se han registrado 152 defunciones. De este modo, las medidas Covid han obligado a replantear el modelo de nuevos recursos y rediseñar el proyecto del centro de servicios sociales en el barrio Arbes de Irun.
Ya se venía trabajando la importancia de la atención en torno a la persona, pero la crisis sanitaria no ha hecho más que reforzar esta idea. Hasta la fecha, todavía se priorizaban proyectos estratégicos amplios, como el del complejo de Arbes, que estaba previsto que tuviera 130 plazas para personas mayores en situación de dependencia. También contaría con 54 apartamentos tutelados para mayores dependientes y 26 para personas con discapacidad, además de un centro de día. En definitiva, un macroproyecto que iba a ser finalizado este año pero que, finalmente, se ha visto parado por los inconvenientes que suponen estas instalaciones con respecto a la pandemia. «Razones imperiosas y sobrevenidas hacen que el contrato licitado se halle lejos de responder a las necesidades inicialmente existentes», se recoge en el acuerdo del Consejo de Gobierno Foral.
La afectación de la pandemia «hace inexorablemente necesario replantear el estudio de necesidades del proyecto», especialmente al tratarse del colectivo más vulnerables hacia la pandemia, como son los mayores y personas con discapacidad. Dada la situación generada por el SARS-CoV-2 y el cambio de modelo que ha supuesto el virus, laDiputación considera «necesaria» la revisión del modelo arquitectónico de Arbes «en cuanto al diseño y organización de superficies con la consiguiente adecuación de su coste total». Ya no sirven las mismas instalaciones planteadas antes de la pandemia, que ha sido el punto de inflexión para replantear el sistema de residencias e incluso de cuidados. La Diputación de Gipuzkoa, junto a Matia Fundazioa, también trabaja en el innovador centro de alojamiento con cuidados en Usurbil. Pese a que este ya cumple las características necesarias y no van a tener que modificarlo, su apertura se verá retrasada al próximo año tras los contratiempos generados por los confinamientos y estado de alarma.
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