Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 16 de Marzo de 2022.
El Plan Especial de Olaberria supera la fase de aprobación inicial
El documento, elaborado tras un concienzudo proceso de participación, recoge las principales líneas de actuación para la protección y recuperación del valle
El Ayuntamiento de Irun ha aprobado inicialmente el Plan Especial para la protección del valle de Olaberria, un documento que lleva años en elaboración y que tras muchas vicisitudes alcanza ahora este punto de la tramitación. Para ello, entre otras fases de diagnóstico y redacción, se ha desarrollado un proceso de participación en cuatro frentes diferentes. Por un lado, están los procedimientos de información pública propios de cualquier expediente urbanístico de estas características, así como el debate en el seno del Consejo Asesor de Urbanismo, donde además de todos los grupos políticos municipales están presentes diversas entidades ciudadanas. Para poder recoger las aportaciones que cualquier residente de la ciudad quisiera hacer, hubo un procedimiento abierto por internet. Se realizaron entrevistas cualificadas, denominación con la que se refieren los encuentros con personas que viven o trabajan en el valle y con las que se trataron distintos aspectos como el impulso al sector primario, los caminos públicos y la seguridad vial.
Con el resultante de todo esto se elaboró un documento que ya está aprobado inicialmente por Decreto de Alcaldía. En él, se define un ámbito de actuación de aproximadamente 600 hectáreas del valle de Olaberria, al sur de la autopista. Para esa superficie se definen líneas de actuación fundamentales «para la protección, conservación y mejora del valle». Destaca, entre otras, la voluntad de completar la ordenación prevista en el Plan General con normas de protección específicas para «elementos naturales, edificaciones, elementos arqueológicos y paisaje» con una perspectiva de mantenimiento «de la biodiversidad y del entorno natural», así como la voluntad firme de «impulsar el sector primario». El plan «identifica los caminos públicos principales y estructura una red de itinerarios peatonales y ciclistas organizados en varios niveles que permiten enlazar y visitar los distintos elementos de interés del valle». Propone la instalación de señalización adecuada para facilitar su uso y apunta acciones para el calmado del tráfico y mejora peatonal que se trasladarán a la autoridad competente de la carretera que atraviesa el valle, la Diputación foral de Gipuzkoa.
Por otro lado, el documento determina «los edificios, construcciones, instalaciones y usos disconformes con el medio rural. Además identifica zonas degradadas o con actividades inadecuadas que requieren un tratamiento y regulación» y establece un plazo de cuatro años «para el traslado, desmantelamiento o la fórmula que se determine en cada caso».
El delegado de Urbanismo, Miguel Ángel Páez, ha destacado que «como todo procedimiento de este estilo, la tramitación lleva su tiempo, pero valdrá la pena. Es un entorno complejo con usos públicos y mixtos, pero la dirección creemos que es la correcta: aunar esfuerzos entre todos para llegar a buen puerto, pasar de las palabras a los hechos para situar al este corredor verde a la altura del valor que merece».
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