IRUN
Bienestar Social mejora su ratio de detección de menores en riesgo
La mejor coordinación con centros escolares y sanitarios, con agentes policiales y otras fuentes ayuda a determinar casos de desprotección en Irun
03.04.14 - 00:02 -
La mayoría de los indicadores de menores y jóvenes en riesgo de desprotección en la ciudad se elevaron en 2013 respecto al año anterior. «Nuestra hipótesis», decía la responsable de Atención Primaria, Mila Holgado, «es que estamos mejorando en la detección de estos casos gracias al trabajo coordinado con los notificadores», que son aquéllos que alertan sobre la situación de los menores.
«Así como en otros servicios de Bienestar Social son las propias personas que padecen el problema las que recurren a nosotros, no es el caso de los menores en riesgo de desprotección. Aquí hace falta un notificador y estamos procurando cuidar esa figura», señaló Holgado. La delegada de Bienestar Social, Maite Cruzado, informó de que se ha «avanzado mucho y tenemos ya protocolos de coordinación con los centros sanitarios de la ciudad, con 25 centros escolares de Irun y de otros municipios (Hondarribia, Hendaya, Donostia) en los que hay irundarras escolarizados, con la Policía Local y la Ertzaintza...». Holgado destacó que estas situaciones en las que los padres o tutores legales de un menor no están cubriendo sus «necesidades básicas físicas, cognitivas, emocionales o sociales. Cuando se notifica una posible situación de este tipo, el área lo investiga. La primera reacción de quien ostenta la tutela del menor suele ser negarlo, minimizar la situación. Y no siempre se trata de familias de un perfil socio-económico bajo», quiso subrayar, «como suele pensarse generalmente». Normalmente se trata de situaciones en las que los adolescentes muestran conductas predelictivas o en los que los padres son incapaces de controlar los comportamientos de sus hijos».
A partir de la detección, «si el caso es grave se deriva a los servicios de Diputación». Es en los casos de riesgo moderado cuando intervienen los programas municipales «con apoyo a las familias con terapia (23 casos en 2013), educadores familiares (16 casos) o ambas medidas (26)».
Halagos para Medio abierto
Feli Goikoetxea, responsable de Prevención, detalló los esfuerzos que anualmente realiza el consistorio para intentar evitar casos como los mencionados. Se trata fundamentalmente de tres ramas: programas de prevención en el ámbito familiar; protocolos en el ámbito escolar y el programa de Medio abierto, más conocido como el de los educadores de calle. «Éste nos llena de orgullo», dijo el delegado de Juventud, Fernando San Martín. «Tenemos seis educadores que observan y escuchan a los jóvenes en la calle y se convierten en referentes para ellos. Trabajan con ellos individualmente, en grupo y en su entorno comunitario, previniendo que una situación de riesgo se convierta en un caso de desprotección. Es un trabajo que se conoce poco porque el resultado es que no ocurran cosas».
Con el III Plan de Prevención, las actuaciones preventivas en jóvenes sobre alcoholismo y drogodepencia se han reforzado, pero, sobre todo, se ha ampliado el campo de acción a problemas como la ludopatía y otras 'adicciones sin sustancia'.
menores en situación de riesgo fueron atendidos el año pasado a través del programa de intervención familiar. Este total de jóvenes atendidos pertenecía a 65 familias. 6 de las intervenciones se realizaron por orden judicial.
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