Afodesa augura la «muerte dulce» del aeropuerto si se recorta la pista
El Comité de Coordinación Aeroportuaria, donde están las instituciones vascas y AENA, se reúne hoy para abordar el futuro del aeródromo
- JUANMA VELASCO JMVELASCO@DIARIOVASCO.COM
- SAN SEBASTIÁN
El aeropuerto de Hondarribia está condenado a una «muerte dulce» si se ejecuta el recorte de la pista y se pierde parte de la ya limitada operatividad con la que cuenta el aeródromo guipuzcoano. Así lo creen desde la Asociación para el Fomento del Aeropuerto, Afodesa, que reclama a las instituciones «consenso» para explorar una ampliación de la instalación, tal y como ha sugerido la propia AENA como alternativa al recorte de la pista.
Este periódico ha pulsado la opinión de Afodesa, formada por gentes del tejido económico de Gipuzkoa que son usuarias del aeropuerto, con motivo de la reunión del Comité de Coordinación Aeroportuaria que tendrá lugar hoy en Hondarribia. En él, representantes del Ministerio de Fomento, de AENA, del Gobierno Vasco, de la Diputación, de los ayuntamientos de Donostia, Irun y Hondarribia, de las Cámaras de Comercio y de los sindicatos abordarán la delicada situación por la que pasa el aeropuerto de Hondarribia.
Y no es nada halagüeña. AENA anunció en verano que la Declaración de Excepcionalidad lograda en 2014 ya no servía y que era necesario recortar la pista para cumplir con la normativa de seguridad europea o ampliar el aeropuerto, previo consenso de las instituciones vascas. Las obras del recorte de la pista ya están licitadas y, si no hay cambios en el cronograma, está previsto que se empiece a trabajar a comienzos de año y que la obra se termine en agosto. La pista se reducirá 150 metros en cada extremo. Los trabajos costarán 638.886,69 euros.
A pesar de que desde la Sociedad Promotora del Aeropuerto, Ortzibia, -conformada por las instituciones vascas- reclamaron a AENA a finales de octubre que analizara una alternativa a la normativa actual llamada 'Solicitud de Desviación de la Especificación de Certificación', que permitiría «seguir operando como hasta ahora» sin que la pista fuera recortada, fuentes de AENA y AESA reiteraron a este periódico que la actual regulación no dejaba más alternativa que el recorte de la pista o la ampliación.
Con este panorama, desde Afodesa ven el futuro del aeropuerto de color negro. «La situación es de muerte dulce. Las instituciones se están pasando los balones unas a otras y, al final, unos por otros, están dejando la casa sin barrer», se lamenta Yon San Martín, presidente de la asociación.
Propuesta de ampliación
En Afodesa confiesan que tienen claro ya que «la Declaración de Excepcionalidad no se puede pelear a nivel europeo, porque la ley así lo especifica. Pero creo que las instituciones tienen sobre la mesa una propuesta de ampliación que resolvería todos los problemas de una vez por todas y para siempre y que lo único que tienen que hacer es ponerse de acuerdo».
San Martín reclama «consenso» a las instituciones. «El Ministerio de Fomento, que tiene la competencia a través de AENA, dice que no tienen ningún problema en hacer la ampliación. Pero se escudan en que las instituciones de aquí no se van a poner de acuerdo. Al final se ponen excusas de un lado y de otro. Y mientras pasa el tiempo, se acabará ejecutando el recorte de la pista y luego volver atrás es complicado», añade.
Al presidente de Afodesa le preocupa sobre todo la pérdida de operatividad que acarreará la reducción de la pista y que ya se ha cobrado la salida de Vueling, que ha anunciado que abandonará Hondarribia cuando se acometa el recorte. «Se habla que se va a perder un 16% de operatividad, pero será mayor. Se van a ir los aviones A319 y los CRJ y se van a quedar solamente los ATR, que son turbohélices. Por lo tanto, la operatividad se limita bastante. Hay reactores de nueva generación pero los operadores que ahora vuelan en Hondarribia no disponen de ellos para estas rutas», asegura.
Precios más caros
Para San Martín, la menor operatividad provocará además una subida de precios. «Con el recorte, posiblemente Air Nostrum retomará la ruta de Barcelona -que dejará Vueling- y, como pasa con Madrid, habrá precios más caros. Si ahora cuesta atraer nuevos vuelos, con el recorte será mayor», augura.
Del futuro del aeropuerto están también muy pendientes los trabajadores del propio aeródromo. Por esta razón, los empleados han convocado para hoy una concentración para mostrar su preocupación por el inminente recorte de la pista.
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