La ingeniera irunesa Itziar Estévez, Premio San Sebastián Connecting Talent
El galardón reconoce su excelente trayectoria internacional en el campo de la innovación y la empresa y su estrecha relación con la capital guipuzcoana
La ingeniera irunesa Itziar Estévez recogió el pasado viernes en el Palacio Miramar el I Premio San Sebastián Connecting Talent. Este galardón reconoce a profesionales que han mantenido una estrecha relación con la capital guipuzcoana y que han llevado a cabo una trayectoria internacional destacada en el campo de la investigación, la empresa o la innovación.
Itziar Estévez cursó sus estudios de ingeniería en Tecnun, ha trabajado en empresas como BMW o Boston Consulting Group y ha ayudado a pequeñas compañías donostiarras a conseguir inversores o socios para sus negocios. Actualmente, trabaja para la empresa Siemens, en Munich, como alta directiva.
La sociedad pública Fomento San Sebastián es la impulsora de este premio, que puede ser considerado «como el Tambor de Oro de la innovación donostiarra». Su director, Euken Sesé, fue el encargado de entregar el galardón a Itziar Estévez, en un acto en el que estuvieron presentes el alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, y el teniente de alcalde, Ernesto Gasco, además de Javier Cárdenas y Gustavo Prego, directores, respectivamente, de las oficinas de Alumni Tecnun y Emprendimiento de la Universidad de Navarra y promotores de la candidatura de Estévez al premio.
Carrera brillante
La ingeniera irunesa agradeció tanto su propuesta como la iniciativa de Fomento San Sebastián e hizo un repasó de su trayectoria profesional. «Yo empecé mi carrera en Donostia, en Tecnum», dijo, «pero esa decisión, en aquel entonces, no era algo obvio para mí. Había pensado, en un principio, estudiar en Francia, porque había hecho toda la escolaridad allí y era el paso más lógico. Pero me di cuenta de que al lado de casa tenía una formación excelente, con la posibilidad de disfrutar, además, de todo lo que aporta San Sebastián, como la calidad de vida».
Para Itziar Estévez, los años de Tecnum fueron «muy intensos y muy productivos». Pero enseguida empezó a pensar en adquirir «más experiencia internacional». Como muchos estudiantes de su generación se fue de Erasmus a Munich «para ver lo que se escondía detrás de la tecnología alemana y del éxito de los ingenieros alemanes», continuó. «No me impresionaron tanto a nivel académico las universidades de allí. Lo que sí aprendí es que tienen una formación mucho más aplicada».
Terminados sus estudios universitarios, Itziar Estévez hizo el proyecto fin de carrera «en la fábrica de BMW, en producción, muy cerca del producto final. Ahí me dediqué a todo lo que es el interior del vehículo, a preparar la producción de un nuevo producto y a optimizar la producción», un complemento «muy bueno» para su formación.
Tras cuatro años en esta compañía, la ingeniera irunesa decidió «ampliar horizontes». En aquel entonces, el sector del automóvil «no era lo que es hoy en día. Se adoptaba innovación de manera muy escalonada y nada disruptiva y nadie pensaba que iba estar en transformación como está hoy».
Ella iba buscando «algo un poquito más dinámico» y se fue a Londres a hacer un master, pensando en combinar tecnología y administración de emporesas. Durante el programa, que duraba dos años, tuvo la oportunidad de hacer varias prácticas «en consultorías fuertes que tenían que ver con el mundo de la inversión, para aconsejar a inversores en adquisiciones de empresas». Entre otras firmas, trabajó para Boston Consulting Group y «poco a poco me fui moviendo en el mundo de la empresa», explicó. «Hacía trasacciones más pequeñas, más tecnológicas».
Regreso a Munich
Hace ya casi diez años, Itziar Estévez regresó a Munich, a trabajar para Siemmens, en el grupo de inversión, donde continúa. «Ahí me he centrado más en el software industrial, como puede ser producción, eficiencia energética, ciberseguridad, temas que hace diez años no eran los más dinámicos, pero que hoy en día tienen mucho potencial y mucho auge. Todas las compañías grandes dependen realmente de estas compañías pequeñas que tienen tecnología nueva».
La ingeniera irunesa aseguró que Europa «tiene una posición privilegiada. Tenemos tecnologías punteras y una base industrial muy amplia y talento asequible en comparación con otras geografías, como puede ser Silicon Valley. Estos son los temas que a mí me hacen interesarme y tratar de sacar adelante tecnología propia en el mercado global. Además, las condiciones han mejorado. Las pequeñas compañías tienen acceso a capital y también los ecosistemas de los diferentes países se están empezando a juntar»
Itziar Estévez finalizó su discurso motivando «a los equipos de las compañías pequeñas a tener la ambición y la visión de crear líderes globales en su sector de actividad» y agradeciendo iniciativas como la de Fomento San sebastián, «que son muy buenos para fomentar las relaciones y crear puentes» .
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