Noticia publicada en Diario Vasco sección Gipuzkoa el viernes día 27 de Noviembre de 2009.
IRUN
Una ciudad sin fracturas
Irun abordará en los próximos años la mayor transformación urbana de Gipuzkoa. Menos vías y más tejido urbano. Ya han comenzado a darse los primeros pasos para cerrar la cicatriz
27.11.09 - 02:42 -
M. J. ATIENZA/I. MORONDO IRUN.
Una ciudad sin fracturas
Irun abordará en los próximos años la mayor transformación urbana de Gipuzkoa. Menos vías y más tejido urbano. Ya han comenzado a darse los primeros pasos para cerrar la cicatriz
27.11.09 - 02:42 -
M. J. ATIENZA/I. MORONDO IRUN.
Irun ha hecho de la fisura ferroviaria una oportunidad para recuperar espacios
La operación es compleja, pero la voluntad de instituciones y partidos políticos es unánime
Con la entrada de la alta velocidad, la estación de Irun debe ser «la gran estación transfronteriza»
La operación es compleja, pero la voluntad de instituciones y partidos políticos es unánime
Con la entrada de la alta velocidad, la estación de Irun debe ser «la gran estación transfronteriza»
Es extraño que un irunés asocie la barandilla del puente con el río que fluye. Porque lo que siempre ha visto un irunés desde los puentes de su ciudad ha sido la playa de vías y un tren de largo recorrido atravesándola.
Desde finales del siglo XIX, el ferrocarril ha marcado la vida de Irun, le ha conferido identidad como ciudad y ha sido uno de los motores de su actividad económica y social. A cambio, se ha cobrado una buena parte de su espacio urbano.
Las vías, los edificios aduaneros, las oficinas, los almacenes y demás instalaciones derivadas del tráfico ferroviario se instalaron en un espacio de 600.000 metros cuadrados y 2,5 kilómetros de longitud que fracturó la ciudad partiéndola en dos mitades, conectadas sólo por cuatro puntos distantes: los puentes de la variante, el paseo de Colón, Belaskoenea y Porcelanas.
Gran parte de las instalaciones ferroviarias que durante el siglo pasado vivieron una atividad frenética, se encuentran hoy en desuso. Algunos edificios están ahora mismo en estado de ruina. La recuperación de esos espacios ferroviarios y el cosido de la cicatriz abierta en pleno centro de la ciudad han sido las asignaturas pendientes del vigente Plan General de Ordenación Urbana.
Pero, a día de hoy, los urbanistas son capaces de propiciar una convivencia armónica entre las grandes infraestructuras y la vida de la ciudad y los responsables políticos pueden encontrar los cauces para hacerla posible. El Avance de la reforma del Plan General ha hecho de la fractura ferroviaria una oportunidad, dibujando las líneas maestras de un proyecto ambicioso y fascinante, que acabará por ser la reforma urbana más importante de Gipuzkoa. No hay más que ver las infografías cedidas por la oficina estratégica Irun 2020 que aparecen en estas páginas.
La operación prevista en el Avance del PGOU propone recuperar para la trama urbana 100.000 metros cuadrados (75.000 del actual espacio de vías nuevas y 24.000 de los solares en los que se asientan los edificios aduaneros). Las actuaciones se van a realizar sobre un espacio de 380.000 metros cuadrados y en una longitud de 1,7 kilómetros, los comprendidos entre la variante norte y el puente de Belaskoenea.
La operación prevista en el Avance del PGOU propone recuperar para la trama urbana 100.000 metros cuadrados (75.000 del actual espacio de vías nuevas y 24.000 de los solares en los que se asientan los edificios aduaneros). Las actuaciones se van a realizar sobre un espacio de 380.000 metros cuadrados y en una longitud de 1,7 kilómetros, los comprendidos entre la variante norte y el puente de Belaskoenea.
Sobre los 100.000 metros cuadrados recuperables, se proyecta la construcción de zonas verdes, equipamientos culturales y educativos y viviendas (hasta 2.000 en la zona de vías nuevas, si la CAF se traslada a Oianzabaleta ó 1.200, en caso de que la fábrica permanezca en su lugar). Además, nacen nuevas glorietas y viales de conexión.
El proyecto es complejo, pero la voluntad política es firme y unánime y el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) y el Ministerio de Fomento, al que pertenecen los terrenos, han dado su visto bueno inicial a la ordenación propuesta por el Ayuntamiento.
Este gran proyecto urbanístico va ligado a la llegada de la alta velocidad a Irun y a la construcción, por parte del Gobierno central, de una nueva estación, situada al suroeste del actual emplazamiento, ya a la altura del barrio de Belaskoenea. Además del TAV, la nueva estación acogerá los trenes de largo recorrido, los de cercanías de Renfe y el Topo.
La operación prevé la incorporación de la vía estrecha al espacio ferroviario común, con lo que podrá cerrarse otra fractura urbana, ésta más pequeña. El actual recorrido del Topo se transforma en un nuevo vial que conecta con Lope de Irigoyen y con la variante, a través de un paso bajo las vías. Del proyecto urbanístico nacen, también, dos nuevas glorietas. La primera de ellas se sitúa en el encuentro de las calles Anaka y Donostia, de donde parte un nuevo vial que, por detrás de la calle Haltza y por un nuevo puente sobre el ferrocarril, desemboca, mediante la segunda glorieta, en Sebastián Errazu.
Esto es, en un breve resumen, lo que hay sobre el papel. Pero, ¿en qué fase se encuentra esta compleja operación y qué agentes intervienen en ella? «Esta es una operación para unos cuantos años», explica el alcalde de Irun, José Antonio Santano. «En circunstancias normales, la red de alta velocidad debe entrar en Irun en 2014. Esa es la fecha marcada por Madrid. «Lo lógico es que, para ese momento, la nueva estación de Irun, que deberá ser la gran estación transfronteriza, esté ya construida».
En cuanto a la operación urbanística, el alcalde cree que la ratificación de criterios del Avance de reforma del Plan General se producirá «en diciembre de este mismo año y en el primer semestre de 2010 se llevará al Pleno la aprobación inicial. Entre 2010 y 2011, me gustaría que empezaran a producirse los derribos de edificios para ir despejando el terreno».
La complejidad de la operación viene derivada, sobre todo, de la cantidad de agentes implicados en ella. «Por una parte, está la voluntad del Estado, del Ministerio de Fomento, para que el uso de esos espacios ferroviarios pase a formar parte de la ciudad», explica el alcalde. «Eso es algo que ya tenemos. Luego, está la entrada de la alta velocidad en Irun ¿En qué fase estamos? Hemos firmado un acuerdo interinstitucional con el Ministerio de Fomento, la Diputación Foral de Gipuzkoa y el Gobierno Vasco para la entrada de la alta velocidad en la ciudad. Es el mismo acuerdo que han firmado Vitoria, Bilbao y San Sebastián. De esa firma se deriva una reordenación de todo el espacio de vías y esa reordenación, desde el punto de vista urbanístico, se realiza desde el Ayuntamiento. En el avance del Plan General están dibujadas las líneas generales. Se lo hemos mandado al Adif y, en lo básico, está de acuerdo».
Para que la operación eche a andar queda un trámite administrativo pendiente. «Tenemos que cerrar con el Estado, el Gobierno Vasco y la Diputación, en una nueva reunión que celebraremos en Madrid a finales de este año o principios del próximo, el encargo de los proyectos ligados a la nueva estación y a la entrada de las vías en Irun, la cuantificación de los mismos y la gestión de la operación. Eso es algo que Vitoria y San Sebastián ya han hecho y que ahora tenemos que hacer Irun y Bilbao», añade José Antonio Santano.
«Llevamos toda la vida oyendo hablar de la estación intermodal y la vamos a tener, pero el verdadero impacto para la ciudad va a ser el de la recuperación del espacio ferroviario».
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