INMIGRACIÓN
El Gobierno Vasco combate con datos los rumores sobre los inmigrantes
Edita una guía con argumentos para rebatir estereotipos. Asuntos Sociales pretende erradicar lugares comunes como que los extranjeros viven de subvenciones
10.07.12 - 01:09 -
No importa lo que revelen las estadísticas. Al fin y al cabo no son más que números y las cifras son fáciles de manipular. La única verdad contrastable es que siempre hay alguien que conoce de primera mano o por la experiencia de un conocido el caso de un inmigrante que vive a cuerpo de rey sin trabajar gracias a las ayudas que recibe por parte del Gobierno Vasco.
Este extranjero, que casualmente es casi siempre árabe, negro o sudamericano, ha venido a Euskadi para quitarnos el trabajo, dejarnos sin viviendas de protección oficial y colapsar los servicios sanitarios. Por si fuera poco, organiza sus propias fiestas con música autóctona y no se quiere integrar en la cultura de un país donde raro es el fin de semana en el que no se celebre en alguna plaza o calle principal, entre sagardo eguna y más sagardo eguna, el día de las casas andaluzas, extremeñas o gallegas.
Esta visión del pequeño universo en el que vivimos está basada en una serie de «datos indiscutibles» que se transmiten de boca en boca y que, amplificados por las redes sociales, terminan por ser más ciertos que la propia realidad. Por ejemplo, según el barómetro Ikuspegi la población autóctona vasca está convencida de que el porcentaje de inmigrantes en Euskadi es del 17,3%, cuando la cifra real es del 6,6%.
Si se da por bueno este 6,6%, no parece cierto que nos haya invadido una oleada de extranjeros llegados de países lejanos para aprovecharse de nuestro menguante estado de bienestar. Pero esa es exactamente la impresión que tiene una parte de la sociedad vasca que se siente cada vez más acorralada por los inmigrantes. Muchos conocen casos concretos de atracos y fraudes en las ayudas sociales o saben de alguien que dice haberlos sufrido. Las historias, ciertas o no, se extienden y se multiplican. Así es como nacen los rumores y los llamados «discursos implacables».
'Frenaelrumor.org'
Luchar contra estos molinos es el objetivo de la guía 'Frenar el rumor', con la que el Departamento de Asuntos Sociales pretende combatir los prejuicios y estereotipos que rodean a la población inmigrante. La iniciativa fue presentada ayer por la máxima responsable de la consejería, Gemma Zabaleta, quien señaló que los rumores «incitan la desconfianza hacia determinados colectivos hasta el punto de llegar a provocar su aislamiento», por lo que es necesario «desbaratarlos con datos, cifras y referencias reales que los contrarresten».
La guía ofrece tanto en su versión impresa como en la versión online en internet (www.frenaelrumor.org) argumentos y datos veraces sobre la realidad de la inmigración. El documento se hace eco de doce rumores que están anidando entre la población autóctona, sobre todo a medida que se recrudece la crisis económica, y analiza en una primera fase cinco de ellos. Los prejuicios incluidos en esta primera versión, que se ampliará en el futuro, son los que sostienen que no podemos aceptar más inmigrantes porque son demasiados, que viven de las ayudas sociales y abusan de ellas, nos quitan el trabajo, la inmigración aumenta el machismo y la violencia de género, y que los inmigrantes no se quieren integrar.
Además de ofrecer argumentos para rebatir cada uno de los rumores, la guía recoge opiniones reales plasmadas por los lectores en las webs de medios de comunicación. Abundan los comentarios negativos, como «no me extraña que sigan viniendo, si la Cruz Roja los recibe con bebidas calientes y las ONG les busca hueco para que se queden tan a gusto»; «en Euskadi tienes preferencia si has nacido fuera y no te gusta trabajar. Seguimos alimentando vagos, mientras que a los trabajadores de aquí nadie nos ayuda cuando lo necesitamos»; «la interculturalidad es comernos con patatas los 'manjares' de otros países pero pagando los ingredientes nosotros» o el clásico «no soy xenófobo ni racista: soy realista», tan repetido en el mundo entero desde hace demasiadas décadas.
Contribución cuantificada
A quienes están convencidos de que los inmigrantes viven de las ayudas sociales, la guía editada por Asuntos Sociales les recuerda, entre otras cosas, que «únicamente un 7% de los extranjeros reciben ayudas por un periodo superior a seis años, cuando entre la población autóctona el porcentaje se dispara hasta el 43%».
Para rebatir el rumor de que los inmigrantes nos quitan el trabajo, la guía afirma que la inmigración «contribuyó a reducir la tasa de desempleo y aumentar la riqueza interior, el 30% del crecimiento en la década 1995-2005 y el 50%, si el análisis se limita a los cinco últimos años de ese periodo».
En cuanto al aumento del machismo, uno de los argumentos utilizados por Asuntos Sociales es el de que «no siempre que una mujer inmigrante es víctima de violencia de género hay que presuponer que el victimario o agresor es también inmigrante, porque en no pocas ocasiones se trata de un hombre autóctono».
Y respecto a la integración de los extranjeros, el documento indica que «la proporción de personas inmigrantes que figura como ocupada en Euskadi asciende a casi el 70%». «Por tanto, el empleo constituye su primer objetivo, al igual que ocurre entre las personas autóctonas», añade.
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