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La ferretería en su empresa
Jon Olaizola ha puesto en marcha la idea de Suministros Jaizkibel de cargar sus productos en una furgoneta y llevarlos hasta la puerta del cliente
27.01.13 - 01:21 -
Mikel Ramos, gerente de Suministros Jaizkibel, contactó en su día con Mondragon Unibertsitatea «casi por casualidad, por un amigo que conoce a uno que trabaja allí... Como pasan a veces estas cosas». Su empresa había detectado un problema: «Teníamos que hacer algo para incrementar la cartera de clientes con muchas pymes. Se nos ocurrió una posible solución. Sabíamos mucho de suministros industriales de ferretería, pero no de cómo lanzar un proyecto así y recurrimos a MU».
Empezaron colaborando con el centro de investigación de la Facultad de Empresariales, el MIK, que introdujo al alumno Jon Olaizola para que realizara su proyecto de fin de carrera. «Hicieron una labor impresionante», reconoce Ramos. «Con su ayuda y una subvención del Gobierno Vasco conseguimos que lo que era una idea se convirtiera en una realidad».
Así nació JZK. Se trata de furgonetas equipadas con los artículos que Suministros Jaizkibel vende a las empresas (amoladoras, taladros, ruedas, material de seguridad, pegamentos, cinchas, herramientas, linternas y mucho más) y que llegan, directamente, hasta donde se encuentra el cliente. «El de los suministros industriales es un sector muy saturado y lo de vender catálogo en mano se estaba quedando obsoleto», comenta Jon Olaizola. «El sistema de las furgonetas tiene dos aspectos que lo mejoran. Por un lado, el cliente puede ver, tocar e incluso probar lo que compra. Además, no siempre pero sí en algunos casos, permite el cobro al contado, eliminando los pagos a 30, 60 o hasta 90 días, que son un problema para las empresas distribuidoras». Mikel Ramos recuerda que, inicialmente, cuando empezaron a trabajar en la idea, dudaron de su viabilidad. «Si esto era bueno, ¿por qué nadie lo estaba haciendo?». Ellos no lo sabían, porque no existía en Gipuzkoa, ni siquiera en Europa, «pero, durante la fase de investigación, descubrimos que en Estados Unidos sí lo estaban haciendo», recuerda Olaizola. «Lo adaptamos a nuestra realidad empresarial, muy diferente de la americana, y, finalmente, lo pusimos en marcha».
El éxito y la crisis
La primera furgoneta equipada de JZK estaba ya en ruta. «No sabíamos cómo iban a reaccionar los clientes a que los productos se le enseñaran in situ en un vehículo de siete metros», confiesa Mikel Ramos. «Les encantó. Casi todo el mundo entraba y miraba y tocaba...» «Incluso logramos subir las ventas notablemente al principio», comenta Jon Olaizola.
Había que seguir desarrolando el proyecto «y no había nadie mejor para hacerlo que Jon», dice su jefe. «Conocía todo desde el principio, pero, sobre todo, habíamos visto que era un chaval que sabía lo que se hacía y que era muy trabajador. Y lo más importante, creía en el proyecto, estaba ilusionado y había conectado bien con el personal de la empresa, todos me decían lo bien que funcionaba. Tenía que ser él».
Así, llegó una segunda furgoneta y el proyecto creció. «En un momento dado, las ventas se estancaron. No por un problema nuestro, sino por un parón en el sector derivado de la crisis: hay poca producción y por tanto poca demanda de suministros. Pero JZK sigue adelante, porque sabemos que funciona», asegura el gerente. «Hasta los proveedores se han dado cuenta y nos ofrecen ya promociones especiales exclusivas para las furgonetas».
«No sabemos hasta dónde llegaremos, si Gipuzkoa o si aún más, como nos dicen desde MU, donde creen mucho en esto. Estamos planteándonos crecer socializando el proyecto, incorporar capital ajeno con emprendedores individuales, colaborar, compartir beneficios». La nueva fase, así cómo la coordinación de comerciales, las compras, las reclamaciones, el diseño de rutas y la gestión de las promociones son una responsabilidad de quien hace un año era estudiante.
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