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Agua potable en el 100% de la comarca y reducción de las fugas
Pocas mancomunidades han logrado que todas las viviendas, incluidas las de zonas rurales, disfruten de un abastecimiento que asegure la calidad
19.05.13 - 00:35 -
El mayor logro de 2012 para Servicios de Txingudi es que todos los análisis de potabilidad fueron positivos, incluso en zonas rurales cuya «calidad del agua es equiparable ya a la de las zonas urbanas», asegura el gerente de Servicios de Txingudi Miguel Ángel Muñagorri.
Otra cuestión clave en la gestión del agua ha sido completar la sectorización desde el depósito hasta los hogares de todo el proceso de abastecimiento en las zonas abastecidas por Ibaieta, que como las suministradas por Buenavista, quedan bajo el sistema de gestión Erlea. Gracias a eso, las fugas se han reducido al 6,22%, muy lejos de los porcentajes por encima del 20% en otras zonas. La cuestión de las fugas en las tuberías urbanas supuso de media en España la pérdida de un 17,5% del caudal en 2011, es decir, casi dos de cada diez litros potabilizados. Eso a pesar de que Madrid se encontraba en el 8,2%. El resto de comunidades autónomas estaban en torno al 20 (sólo Cataluña y Murcia ligeramente por debajo) o muy por encima, hasta en el 44% en algún caso.
Muñagorri explica que con el sistema Erlea, «sabiendo en tiempo real el agua que sale del depósito y cuanta llega a cada hogar y con la red sectorizada, es más fácil detectar una fuga y repararla». Este año, se integrarán en el sistema las viviendas de los depositos Iparragirre Alto y Bajo, y el restante, Errandonea, lo hará en 2014.
Evitar las fugas es una manera de ahorrar agua y protegerse ante las sequías. Entre las reducciones de pérdidas y el consumo más racional, pese al aumento paulatino de la población de la comarca, desde el techo marcado en 2004 se da una continua bajada en la producción de agua potable, que este año ha situado el total por debajo de la cantidad requerida en 1998. Para afrontar sequías, otra opción desarrollada por Servicios de Txingudi ha sido la captación de agua del acuífero de Jaizkibel. En 2012, muy seco hasta octubre, se hizo uso de esa fuente de agua secundaria, «siempre dentro de la concesión que nos hizo la Agencia Vasca del Agua URA», señala Muñagorri. «La explotación máxima está fijada para permitir la recarga de los acuíferos y sólo se usa en en casos estrictamente necesarios». En 2013, por ejemplo, no han llegado a emplearse las bombas extractoras.
En cuanto al saneamiento, el mayor problema estuvo en el aumento de las paradas no programadas de algunas estaciones de bombeo, paradas causadas por el atascado provocado por toallitas y otros elementos inadecuados vertidos en los inodoros.
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