HONDARRIBIA. La residencia Caser Betherram de Hondarribia celebró ayer su primer aniversario con la apertura de un pasadizo que conecta el centro, que acoge ahora mismo a 130 personas mayores, con el cercano parque de Gibeleta.
En el acto estuvieron presentes las ediles de Bienestar Social de Irun y Hondarribia, Maite Cruzado y Maite Peláez; la directora del centro, Laura Rodríguez; el párroco de Betherram, Joxe Gogorza (principal impulsor de la construcción del centro en terrenos de la misma) y un buen número de trabajadores y residentes del complejo.
Laura Rodríguez explicó que cuando se abrió la residencia hace un año vieron "la posibilidad de construir y habilitar un pasadizo desde el centro hasta el cercano parque de Gibeleta, un proyecto que se ha hecho realidad gracias, en especial, al apoyo del Ayuntamiento de Hondarribia".
MÁS QUE TOMAR EL AIRE La directora de Caser Betherram destacó que "el uso de este pasadizo para acceder de forma cómoda al parque no es únicamente una posibilidad de que los residentes puedan salir a tomar el aire; les va a permitir pasear con sus familiares y amigos, especialmente con los niños, y también interactuar e integrarse con los vecinos del barrio de Mendelu y Gibeleta".
El propio Joxe Gogorza, que bendijo el pasadizo, recordó que "la intención al impulsar la construcción de esta residencia no era tener aquí un lugar aislado o un recinto de encierro para mayores, sino que una residencia debe ser algo abierto, un lugar alegre, y este pasadizo dará más satisfacción a los usuarios y permitirá la convivencia con el barrio".
Tras el aurresku de honor, la encargada de cortar la cinta e inaugurar oficialmente este pasadizo fue Inés Porras Artola, que a sus 98 años de edad, ha pasado diez en el centro de Caser Anaka y este último año, desde su apertura, en la residencia Caser Betherram.
"Es una alegría poder tener este acceso al parque", señaló la encargada de su apertura, quien alabó también "el buen trato y el cariño" que han recibido todos los usuarios del centro en este primer año de vida.
La residencia Caser Betherram abrió sus puertas, tras varios años de gestiones para su construcción, el 11 de mayo de 2012. Cuenta con 150 plazas, de las que hoy están ocupadas 130, de ellas, 113 bajo concierto con la Diputación Foral de Gipuzkoa.
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