IRUN
Diez años de Ametsa Gazte
El joven coro irundarra ha conseguido alcanzar la calidad y mantenerse en el tiempo. La agrupación celebra este fin de semana su décimo aniversario, con un buen balance como grupo musical y humano
30.03.14 - 00:29 -
El 24 de marzo de 2004 nacía el Ametsa Gazte, la pieza que faltaba para completar el puzzle de la Sociedad Cultural Coro Ametsa. La complicada travesía entre la agrupación txiki y el coro de adultos había encontrado los planos de un puente, que había de construirse con esmero; una frágil pasarela por la que debían transitar las voces más alegres y vitales, pero también las más huidizas. La sociedad contaba con una espléndida cantera procedente de su taller de música y con un arquitecto bien formado y al mismo tiempo muy próximo a los cantores: el joven director Jon Aizpuru.
Diez años después, la Sociedad Cultural Coro Ametsa puede decir que han sido 140 los jóvenes que han cruzado ese puente. Puede contar con orgullo que el Ametsa Gazte ha cantado más de 300 obras en 200 actuaciones repartidas por toda España; que ha pisado más de 100 escenarios, entre ellos algunos tan destacados como el Kursaal, el Victoria Eugenia o el Palau de la Música de Barcelona; que el primer disco que grabó, 'Nata lux', tiene más de 1.200 copias vendidas y es una referencia a nivel estatal; que en su haber figuran más de 20 festivales y ciclos de música, entre ellos la Quincena Musical de San Sebastián; que ha sido premiado en los concursos de Ejea de los Caballeros y de Avilés y que ha estrenado obras de compositores vascos como David Azurza, Xabier Sarasola y Javier Busto.
Ese es el balance que festejan este fin de semana los componentes del Ametsa Gazte, con una comida en el restaurante Atalaia. Pero no sólo el aspecto musical es el que merece la celebración. En este grupo, integrado por jóvenes de 16 a 25 años, se aprende a trabajar en equipo y se transmiten valores como «la disciplina, la responsabilidad, la constancia, el compromiso, el respeto, la igualdad... Hay un equilibrio de cantores y cantoras y eso es muy importante a estas edades, porque tiene un gran poder de atracción para la juventud», señala Xabier Txapartegi, presidente de la Sociedad Cultural Coro Ametsa.
La cantera musical
Llegar hasta aquí no ha resultado fácil. Para empezar, los cantores no son siempre los mismos. Van creciendo, se van marchando, salen a estudiar fuera, entran componentes nuevos... «Tenemos cantores que han hecho todo el ciclo o prácticamente todo, otros que llevan medios ciclos y gente que se va incorporando», explica Jon Aizpuru. «Es difícil de llevar, porque los niveles de experiencia son muy distintos. Partimos con cuentakilómetros dispares. Pero también es cierto que intentamos que el coro sea atractivo para los nuevos. Intentamos que, por el hecho de no haber vivido parte de la historia del Ametsa Gazte, no se sientan fuera del grupo y creo que lo conseguimos. Estamos acostumbrados a tener, de año en año, altas y bajas, excedencias puntuales por motivos de estudios, de trabajo... Somos treinta en el coro, pero casi somos cuarenta en momentos puntuales, como actuaciones especiales o Navidades. Dentro de la vuelta a casa, el coro es como una parte de la familia».
Esa inestabilidad puramente física hace que la permanencia del Ametsa Gazte durante estos diez años que acaba de cumplir se entienda como «una especie de milagro. Es un milagro que estemos todavía en activo y que encontremos jóvenes constantemente», añade Jon Aizpuru. «Lo normal es que el grupo se hubiera ido deshilachando, porque la gente, a los 18 años, más o menos, suele desaparecer. Pero entre la cantera del coro infantil, los cantores y los amigos de los cantores, el hecho es que aquí seguimos. Ahora mismo, por ejemplo, estamos preparando un proyecto importante por nuestros diez años, que es la grabación de un nuevo disco. Bueno, pues el mayor problema que tenemos es encontrar las fechas para grabar. Hay que combinar exámenes, estudios, trabajos...» A pesar de todas las dificultades, el Ametsa Gazte es un grupo coral de referencia. «No somos un grupo que nos juntamos para cantar y luego tomar algo. Somos un grupo que nos juntamos para cantar y luego cantamos en la Quincena Musical», apunta el director.
La calidad del Ametsa Gazte está demostrada. Xabier Txapartegi atribuye el mérito a los cantores «y sobre todo, a su director, Jon Aizpuru», pero también a la estrategia de la Sociedad Cultural Coro Ametsa «porque bastantes de los jóvenes que están en el Gazte provienen del Txiki y del taller de música y llegan con una formación básica musical, que se traduce luego en calidad».
El Ametsa Gazte ha cumplido uno de los objetivos que la sociedad se había marcado, que es «cubrir un eslabón básico y, además, con una calidad impresionante», añade Txapartegi. Para Jon Aizpuru, la contribución de su agrupación se resume en «la renovación de las generaciones de cantores de Irun, la renovación del repertorio y la atracción de nueva afición a la música coral».
Próximos proyectos
La grabación de un disco de villancicos y la participación en el Ciclo de Música Sacra de Hondarribia y en el próximo Encuentro de Coros Juveniles son los proyectos más inmediatos del Ametsa Gazte. En ellos están involucrados, como el resto de sus compañeros, Lara Rodríguez, Idoia Berra y Mario Hernández, tres jóvenes componentes del coro, con diferentes perfiles por edad y tiempo de permanencia en la agrupación, que expresan con estas palabras lo que para ellos significa el Ametsa Gazte.
«Estoy en el coro desde octubre de 2013», dice Lara Rodríguez, de 16 años. «Entré por un amigo, que me animó y ahí sigo, ensayando todos los sábados. Al principio, estaba nerviosa, pero ahora me gusta mucho. Es bonito ir a cantar y encontrarte con gente agradable».
«La verdad es que el coro significa mucho para mí», asegura Idoia Berra, de 22 años. «Además de la actividad musical, que me gusta, hemos hecho la cuadrilla en el coro. El coro es parte de la vida de la cuadrilla»
«El coro es algo muy importante para mí», concluye Mario Hernández. «Empecé a los 5 años en el Ametsa Txiki y estoy en el Gazte desde que se creó, en marzo de 2004. Me ha dado la posibilidad de conocer sitios, de cantar en escenarios muy especiales, como el Palau de la Música y de vivir experiencias muy bonitas. Es un grupo humano genial».
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