«El 20% de menores han sufrido abuso consumado o en grado de tentativa»
El subcomisario Xabier Peña Koka pronunció en Nabartenea una charla sobre abusos sexuales a niños
- JOANA OCHOTECO
- IRUN
Finaliza una semana marcada por los actos en torno al Día Internacional Contra la Violencia de Género. Dentro del programa elaborado por el Ayuntamiento y distintas asociaciones se enmarcaba la charla sobre abuso sexual infantil que pronunció en Nabartenea Xabier Peña Koka. El subcomisario de la Ertzainetxea de Donostia acudió al acto organizado por Gaurko Andreak Berdintasunaren Aldeko Elkartea para abordar «esta lacra social», en torno a la cual todavía existen «falsas creencias».
Una de ellas es que son poco frecuentes, pero según las estadísticas los ha sufrido, consumados o en grado de tentativa, «el 20% de los menores, y la tasa que no se denuncia es alta», advirtió Xabier Peña. Se estima que el porcentaje de abusos sexuales que se denuncia «es del 15%». La mayoría de las víctimas «son menores de 12 años». El subcomisario afirmó que «en Euskadi tenemos unos servicios sociales muy buenos en cuanto al apoyo que se ofrece a las víctimas, pero el mal ya está hecho».
Revivirlo hasta siete veces
Pese a esa buena atención que se ofrece en estos casos, también existe una parte del protocolo que «se está intentando mejorar»: cuando se denuncia una situación de este tipo, el menor lo tiene que rememorar «una media de siete veces» al tener que reconstruir el abuso ante «los servicios sociales, la policía, el forense, psicólogo, abogado, juez... Es un calvario para el niño». Actualmente, se están estudiando opciones como la de registrar en vídeo la declaración para que el menor no tenga que revivir el abuso tantas veces.
Xabier Peña Koka explicó que, dentro de los abusos sexuales infantiles, se engloban actos que van desde tocamientos, proposiciones o exhibicionismo hasta la agresión sexual, la explotación o la pornografía infantil. Tras padecer un abuso, la primera reacción del niño «siempre va a ser ocultarlo», debido a los sentimientos de culpa y vergüenza que siente la víctima. «Una de las estrategias que emplea el abusador es ganarse previamente el cariño de la víctima», lo que genera «una situación de confusión» en los menores después del abuso.
No obstante, existen señales de alarma que indican que un niño puede haber sufrido un abuso sexual: «si el crío es muy extrovertido y de pronto le vemos triste, sin ganas de hablar o se aísla, hay problemas. La falta de concentración es otro indicador importante; o las conductas raras: ensimismamiento, evitar a familiares, miedo irracional a un examen médico, ansiedad, insomnio...». Si antes no se daban y el menor comienza a manifestar estas actitudes, hay que encender las alertas. Un indicador «cien por cien objetivo» es manifestar una conducta hipersexualizada, como «la masturbación compulsiva o a edades muy tempranas, juegos sexuales con otros niños o acercamientos inadecuados a adultos». Estos comportamientos no deben confundirse con otros que corresponden a un desarrollo sexual normal, como que un niño pequeño se toque los genitales porque está descubriendo su propio cuerpo.
Para que el menor pueda enfrentarse y superar el abuso sexual, es fundamental la reacción del entorno ante esta situación: se debe evitar «una conducta alarmista» que puede asustar al niño. Es muy importante transmitirle en todo momento «que él no ha hecho nada malo».
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