La Corporación debate el miércoles los presupuestos municipales de 2016
Desde la fecha inicial prevista, en diciembre, los grupos han variado sus propuestas de forma que han aumentado las enmiendas parciales y SPI ha presentado otra a la totalidad del borrador
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
El Gobierno municipal convocó inicialmente el pleno de presupuestos para el 29 de diciembre, pero tras un defecto de forma en el procedimiento, advertido por los concejales de EH Bildu y Sí se Puede Irun, tuvo que variar sus planes y reiniciar el calendario. Prácticamente un mes después, ahora sí, los corporativos locales se reunirán este miércoles para debatir la propuesta del Gobierno y las enmiendas a la misma. Todo hace pensar que los presupuestos de la ciudad para 2016 saldrán adelante, dado que la coalición gobernante que sostienen los grupos Socialistas de Irun y EAJ-PNV suma mayoría en el Pleno.
Aunque no hay, a priori, obstáculo alguno que vaya a impedir la aprobación de las cuentas, tampoco parece que la sesión vaya a ser un camino de rosas para los grupos coaligados. Bildu y SPI van a presentar sendas mociones a la totalidad con las que esperan descargar toda la artillería contra un modelo que no comparten absoluto.
Negociación de enmiendas
Además, se van a discutir casi medio centenar de enmiendas parciales. Catorce de ellas provienen de Sí se Puede Irun, principal grupo de la oposición, que el viernes confirmó su enmienda a la totalidad, precisamente, «a la vista de la negativa del Gobierno a parte de nuestras enmiendas parciales», durante las negociaciones celebradas esta semana, previas a la sesión.
Según explicaba SPI, en este mes entre la primera convocatoria del pleno y esta segunda definitiva, ha «agrupado parte de las enmiendas presentadas en su día y añadido nuevas», con ese resultado total de catorce correcciones entre las que los propios ediles destacan cuatro. Solicitan por un lado la inclusión de «2 millones de euros para la promoción de la puesta en alquiler de las viviendas vacías, partiendo de un mapa actualizado de la vivienda vacía en Irun», con precios sociales y las correspondientes medidas que animen a los propietarios de las mismas a participar. También subrayan la petición de constituir una Mesa de Barrios con representantes de todos los grupos y de las AAVV que contaría con una partida plurianual de «3 millones, divididos por ejercicios a razón de 750.000 euros en cada uno», y destinados a «obras y mantenimiento de los barrios». La última que citaban era la creación de «una 'sala del frío' por valor de un millón de euros».
En el caso de Euskal Herria Bildu, se mantiene la moción a la totalidad prevista inicialmente, así como el paquete de 15 parciales que la acompañaron en las fechas previas a la convocatoria inicial de diciembre. El nuevo plazo ha servido a la coalición abertzale para ampliar la lista de estas últimas con la inclusión de tres novedades. La primera pasa por incluir en las cuentas de 2016 «un dinero que ya existe» y que corresponde a la mitad de la decimocuarta paga de 2012 que en su día se congeló a los trabajadores municipales. El 50% de la misma ya se abonó y desde Bildu entienden que ya es el momento de que los funcionarios del Ayuntamiento «reciban lo que les corresponde por derecho». Otra de sus nuevas enmiendas tiene que ver también con los empleados del municipio, pero se trata en esta ocasión de aumentar la plantilla con un técnico de igualdad, un técnico de inmigración y uno o varios trabajadores sociales. La tercera propuesta requiere destinar 700.000 euros para adquirir los cines del Parque Comercial Mendibil que han sido cerrados, para evitar que «una ciudad como Irun se pueda quedar sin cines en el centro».
El PP mantiene las 13 enmiendas parciales que presentó en su momento primando por encima de todas la relativa a la compra de viviendas públicas no adjudicadas para destinarlas al alquiler protegido y negociando posteriormente su venta al Gobierno Vasco. Mientras que los otros dos grupos de la oposición, siquiera atendiendo a sus enmiendas a la totalidad, parecen más que inclinados a votar en contra, la postura de los populares es una incógnita que aún no está resuelta porque «tras unos primeros contactos para contrastar posturas, estamos a un pendientes de un encuentro final para ver qué grado de consenso existe sobre nuestras propuestas».
El propio delegado de Hacienda, Miguel Ángel Páez, que ha mantenido reuniones con los tres grupos de la oposición esta semana, indicaba que es con los populares con quienes se pueden fraguar acuerdos más fácilmente. «Con SPI es realmente difícil entenderse. Con Bildu sin embargo, la negociación es franca, aunque realmente estamos en posiciones muy alejadas y es complicado encontrar puntos de consenso». Con todo, insistió en la voluntad del Gobierno municipal de «incorporar alguna enmienda de todos los grupos».
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