El Gobierno adjudica la obra para reurbanizar Cipriano Larrañaga
Tras la firma del contrato, la empresa Campezo iniciará los trabajos en unas semanas
La actuación, que prevé una calle de carácter más peatonal y mejorar las infraestructuras, se ejecutará en unos seis meses
- IÑIGO MORONDO
- IRUN
La Junta de Gobierno ha adjudicado las obras para la reurbanización de la calle Cipriano Larrañaga y ya es solo cuestión de días que se empiecen a ver operarios en esta céntrica vía. La empresa encargada de acometer la reforma es Campezo Obras y Servicios, ganadora de la licitación con un presupuesto de 854.382 euros, en torno a un 15% por debajo del precio máximo de los pliegos. El plazo de ejecución es de algo más de seis meses.
Hace dos años, se puso en marcha un proceso de participación convocando a vecinos y comerciantes de Cipriano Larrañaga y su entorno para tratar de resolver la situación que padece esta calle y en absoluto se corresponde con la de una zona del centro urbano.
Con las aportaciones de ese largo proceso, el Gobierno elaboró una propuesta que ha seguido la tramitación administrativa hasta que finalmente esta semana se ha adjudicado la ejecución de los trabajos.
El alcalde, José Antonio Santano, recordó ayer que se trató, desde un principio, de «mejorar la seguridad, empezando por el urbanismo pero conscientes de que hay que hacer también otras cosas». Así, la reurbanización se planteó con el objetivo de potenciar la visibilidad, entendiéndola en su sentido más amplio. Con la eliminación de las líneas de aparcamiento y la ampliación de las aceras a una anchura de cuatro metros «buscamos que la calle tenga una visibilidad de principio a fin». Eso ayudará a hacerla más atractiva para el peatón, al igual que el hecho de equiparar en altura las aceras y la calzada; el tramo entre Jacobo Arbelaiz y la estación de Euskotren será, de hecho, exclusivamente peatonal (con acceso de vehículos solo a los garajes). «Se trata de convertirla en una prolongación de la plaza del Ensanche, desde el punto de vista visual y de la vida social».
Otra de las medidas en la misma línea será la reforma completa de la iluminación pública que pasará a ser de LED, «un sistema que, además de aportar buena luz, hemos comprobado que supone importantes ahorros de consumo».
Zona Blanca
Como es habitual a la hora de afrontar una reforma de estas características, enseguida surgieron dudas con la eliminación de aparcamiento en una zona en la que no es que sobre precisamente. A propuesta de un vecino, el consistorio aceptó que a partir de esta actuación se estrene en la ciudad la OTA Blanca, referida a plazas de aparcamiento en superficie reservadas exclusivamente para los residentes. No será en la propia Cipriano Larrañaga, donde no quedará aparcamiento (pero sí carga y descarga), pero se podrá implementar en las calles de su alrededor. Aunque aún no se había instaurado este tipo de aparcamiento regulado en la ciudad, Santano recordó que «el contrato de la OTA sí las contempla. Permite que hasta un 5% del total de las plazas de las zonas de OTA se reserven con esta condición».
Una parte de la obra, relativa a la renovación de las infraestructuras subterráneas quedará escondida. «Es importante», recordó Santano, «porque las canalizaciones eran muy viejas y éste era el momento de mejorarlas».
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