La pista del aeropuerto de Hondarribia se recortará 150 metros por cada extremo
Las instituciones vascas se muestran «preocupadas» y el Gobierno Vasco ha pedido una reunión con responsables de Fomento
La reducción penalizará también la carga de pasajeros del Airbus 319 de Vueling que viaja a Barcelona
- IRAITZ VÁZQUEZ
La pista del aeródromo de Hondarribia vuelve a estar en el ojo del huracán. La información adelantada por este periódico sobre la necesidad de acortar la pista en 300 metros para cumplir con la normativa de seguridad europea ha cogido con el pie cambiado a las principales instituciones del territorio, que ayer estuvieron en la terminal con motivo del primer vuelo a Londres, y que aún están digiriendo la noticia. Entre ellos, el diputado general, Markel Olano, aseguró ayer que «las informaciones publicadas nos tienen que llevar a la preocupación, sobre todo por las posibles restricciones que esto puede suponer para el mantenimiento y la actividad del aeropuerto».
La terminal hondarribiarra concitó gran parte del protagonismo ayer por la mañana. A las 9.30 horas partió el primer vuelo que hasta septiembre conectará Gipuzkoa con Luton (Londres), un CRJ-200 de Air Nostrum, un modelo de aeronave que curiosamente verá afectada su operatividad tras las obras. Pero esta noticia quedó en un segundo plano, ya que la remodelación de la pista acaparó todo el protagonismo. Fuentes de Aena aseguraron ayer a DV que las obras consistirán en recortar 150 metros por cada extremo para cumplir con las obligaciones de seguridad impuestas por la European Aviation Safety Agency (EASA).
Estas mismas fuentes aclararon que la declaración de excepcionalidad otorgada por el Ministerio de Fomento en 2014 ya no es válida. Hasta ahora el aeropuerto de Hondarribia ha operado gracias a esta norma que le permitía acoger vuelos con normalidad sin tener que ampliar la pista. Ya no. Esta certificación se otorgó según los parámetros previstos por la normativa española, que ahora tendrán que ser revisados y modificados, según los criterios a los que obliga la agencia europea. Todo ello antes de diciembre del año que viene.
«La normativa europea señala que los aeropuertos no pueden tener ningún tipo de excepcionalidad y se tienen que atener a una serie de parámetros de seguridad», señalan desde Aena. Así, los 300 metros de resa que quedaron habilitados y operativos para los aviones, y que además servían de tramo de seguridad para las aeronaves, ahora quedarán inhábiles. Es decir, se colocarán una serie de señales que exige esta nueva normativa europea pero los aviones no podrán utilizar ese espacio, a no ser de que exista alguna emergencia en la terminal guipuzcoana.
Esta nueva limitación de la pista del aeródromo afectará a un 16% de la operatividad de los vuelos que aterrizan y despegan en la actualidad desde Hondarribia. El CRJ-200 -con 50 plazas- que realiza el trayecto entre Gipuzkoa y Madrid no podrá utilizar la pista. No así vuelos con mayor número de pasajeros. «El tamaño no tiene nada que ver. Para calcular si un avión puede aterrizar o no en un aeropuerto se tienen en cuenta sus prestaciones, es decir las características físicas y del motor», señalaron las fuentes de Aena. Por ejemplo, el Airbus 319 de Vueling con 150 plazas podrá seguir operando en Hondarribia aunque con «limitaciones de carga, por lo que tendrá que acotar el número de pasajeros».
Ahora la pelota está en el tejado de las compañías aéreas. Esta nueva situación puede provocar que se replanteen la viabilidad de mantener vuelos regulares con el aeropuerto de Hondarribia. Desde Aena aseguran que «Air Nostrum tiene aviones que podrán operar en Hondarribia con las nuevas medidas sin perder pasajeros. Ellos deberán tomar la decisión». Asimismo, también confirmaron que el ATR-72, que cuenta con el 60% de la operatividad del aeródromo podría realizar trayectos a Londres, como el que se inauguró ayer.
Este nuevo escenario abre la puerta a una posible ampliación de la pista. Desde Aena aseguran que el primer paso es cumplir con la normativa europea, pero se abren a acometer la ampliación siempre y cuando haya consenso entre las administraciones.
Analizar las circunstancias
La consejera de Medio Ambiente y Política Territorial del Gobierno Vasco, Ana Oregi -presente ayer en Hondarribia-, informó que ya ha pedido una reunión con el Ministerio de Fomento con el objetivo de «poner en marcha, cuanto antes, un grupo de trabajo que analice todas las circunstancias» de la remodelación de la pista que deberá acometer Aena antes de finales del año que viene. Oregi también aseguró que «es prematuro aventurarnos ahora mismo, sin conocer todavía ni siquiera ese informe de seguridad y las opiniones o los informes que puedan manejar en Fomento».
La consejera también subrayó que el Gobierno Vasco aún no cuenta con «una comunicación formal por parte de Aena, ni de dirección de aeropuertos, ni del Ministerio de Fomento, por lo que aún es prematuro posicionarse». En ese sentido, añadió que «la situación de interinidad del Gobierno español tampoco nos está favoreciendo en este asunto».
Olano se mostró asimismo «preocupado» con esta nueva etapa que abre el aeropuerto de Hondarribia. Aunque pidió «prudencia para conocer exactamente y desde el punto de vista técnico cuál es la situación» y quiso hacer «una defensa de la actividad de este aeropuerto». El diputado general también añadió que «desde la Diputación haremos todo lo posible para que esas posibles restricciones no afecten al desarrollo futuro del aeropuerto».
La hoja de ruta marcada por Aena para acometer los trabajos de remodelación está clara. Como avanzó en la edición del lunes DV, para el mes de septiembre esperan que los trabajos, que tienen una duración aproximada de seis meses, ya estén licitados. Si todo transcurre por los cauces previstos, las máquinas comenzarán a trabajar en febrero de 2017 y terminarán en agosto. El presupuesto de las obras asciende hasta los 638.000 euros y Aena los costeará en su totalidad.
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