La sala capitular se ha quedado pequeña. / Ayuntamiento de Irun
El departamento de Valores y Derechos Humanos del Ayuntamiento de Irun ha organizado este martes 19 de diciembre, una nueva edición del pleno juvenil con la participación de 25 representantes de 10 aulas de 4º de ESO procedentes de los centros educativos Eguzkitza, San Vicente de Paúl y Toki Alai. La sesión ha sido presidida por Mónica Martínez, delegada de Cooperación al Desarrollo, Derechos Humanos y Valores.
Este acto es el resultado de todo el trabajo que durante los últimos meses vienen realizando 187 alumnos de estos centros en sus aulas, dentro de un programa municipal que impulsa el Ayuntamiento de Irun desde el año 2004 y que este año tratará nuevamente sobre los Derechos Humanos.
La novedad en esta edición del pleno está en las personas destinatarias del programa, que en años anteriores se centraba en el alumnado de 3º de ESO mientras que en esta ocasión ha estado pensada para estudiantes de 4º de ESO.
Mónica Martínez, que ha cedido la presidencia del pleno juvenil a la alcaldesa juvenil elegida previamente entre los representantes del alumnado, explicaba que “a través de este programa, jóvenes de Irun tienen la oportunidad de jugar el rol de un representante de su ciudad y debatir cuestiones que afectan al día a día de la ciudadanía irunesa. Es una forma con la que el alumnado puede comprender mejor cómo funcionan estos procesos, además de que pueden tener una mayor consciencia de su importancia”.
Durante los últimos 3 meses 187 jóvenes de Eguzkitza, San Vicente de Paúl y Toki Alai han realizado un proceso participativo para alcanzar consensos de propuestas que se han llevado a debate y votación en la sesión plenaria de este martes.
A lo largo de este proceso se han combinado dinámicas de aula en cada uno de los centros. Se han elaborado y debatido propuestas propias y propuestas de otros grupos, dialogando, construyendo argumentaciones, defendiendo opiniones y consensuando decisiones mediante el fomento de la escucha activa, la empatía y la búsqueda reflexiva de acuerdos que afectan directamente a la ciudad de Irun.
Este proceso ha culminado en 15 propuestas consensuadas en torno a un mayor desarrollo y una mejor aplicación de los derechos humanos en su vida cotidiana y en su entorno más próximo (centro escolar, en la ciudad, en la familia, en las redes sociales, en las relaciones afectivas y de pareja).
Siempre desde la perspectiva de la convivencia y los derechos humanos las personas participantes han detectado en estos ámbitos una serie de situaciones que, en su opinión, deberían mejorarse considerablemente. Racismo, homofobia, machismo, bullying y desigualdad han sido los principales temas en torno a los cuales han debatido.