Un año de impulso para Irun
El inicio de la renovación del frontón Uranzu o las obras del paseo de Behobia son algunas de las actuaciones destacadas de 2017 El alcalde destaca que «se ha dado un salto hacia adelante» en varios proyectos estratégicos de la ciudad, como el del espacio ferroviario
Una ciudad siempre está en marcha, aunque a ritmos diferentes: hay épocas de grandes avances, momentos para dar pasos más lentos y, en ocasiones, pueden producirse estancamientos. También hay años en los que se coge impulso para dar un salto que permita llevar adelante proyectos que pretenden generar grandes transformaciones. En base al balance realizado por el alcalde, José Antonio Santano, 2017 ha sido en Irun uno de estos últimos: un año para preparar el terreno, coger carrerilla y dar el salto.
El alcance de ese salto, señaló Santano, lo determinarán «el tiempo y la perspectiva». Pero el alcalde no tuvo dudas en que, en lo que se refiere al proyecto Vía Irun de regeneración del espacio ferroviario, 2017 ha sido «el año clave para que se dieran los primeros pasos reales, concretos y positivos». Específicamente, hay dos fechas marcadas en rojo: «el 31 de marzo, cuando el presidente de Adif se comprometió a realizar los trámites para desafectar los primeros 34.000 m2 de vías que estaban en desuso; y posteriormente el 28 de septiembre con la visita del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna».
El alcalde destacó que «parte de la nueva actividad económica que queremos incorporar a la ciudad tiene que venir de la mano de Vía Irun. Será un espacio de uso mixto en el que queremos que la economía tenga mucho protagonismo». En este sentido, el proyecto tiene «dos puntos fuertes: por una parte, la capacidad de desarrollar entre sesenta y setenta mil metros cuadrados en el centro de un corredor en el que viven 700.000 personas», desde Baiona hasta Donostia; y por otra parte «que estará al pie de una estación de tren de alta velocidad, de Cercanías y de autobuses», y en un punto «transfronterizo». Por estas características singulares, los desarrollos económicos que se lleven a cabo en la zona también «tienen que ser especiales».
Pero no todo es crear nuevos espacios, sino también actualizar los que ya existen y precisan de una renovación: es el caso del frontón Uranzu, cuyo proyecto de reforma se aprobó este año. Las obras empezaron hace poco más de un mes y habrá que esperar a 2019 para verlas terminadas. La renovación del frontón Uranzu va unida al proyecto «de recuperación de la Parte Vieja», recordó Santano, que seguirá dando pasos en 2018.
Al margen de grandes proyectos, el alcalde recordó también que «una sociedad del bienestar sensible y moderna tiene que ofrecer respuestas a las familias y a las personas», especialmente «a los colectivos más vulnerables. Creo que Irun en esto también se ha distinguido en el año 2017. El Ararteko celebró en Ficoba una jornada sobre pobreza energética, en la que destacaba el papel de Irun en los acuerdos que hemos ido firmando con las eléctricas para evitar que se produjeran cortes de luz por razones económicas».
Santano destacó asimismo el «cambio importante en la calidad y la cantidad de la Ayuda a Domicilio», donde también «hemos dado un salto y vamos a mejorar y ampliar el servicio». Otro recurso destinado a la atención a las personas que en 2017 cogió impulso para convertirse en una realidad es el centro nocturno, cuyas obras «están adjudicadas».
En el marco de ese «conjunto de actuaciones en el ámbito social», Santano destacó asimismo «el acuerdo para la construcción, por parte de la Diputación, de una nueva residencia en Arbes que permitirá dar un salto hacia delante» en esta materia. El futuro equipamiento «duplicará el número de plazas que tenemos en Santa Elena» y, además, incorporará «apartamentos para mayores. Todo lo que tiene que ver con las prestaciones y servicios a las personas ha sufrido una revolución» y, en este sentido, los apartamentos dirigidos «a personas mayores autónomas o con un grado de dependencia bajo» son un ejemplo.
También en el apartado de la movilidad el alcalde se refirió a «un salto cualitativo». Citando como ejemplo el congreso 'Ciudades que caminan', celebrado en Ficoba en octubre, afirmó que «Irun quiere posicionarse como una referencia en este terreno. La calidad de vida, la reducción de las emisiones de CO2 y la posibilidad de ser una ciudad más agradable y amable están en el horizonte de nuestra estrategia».
El paseo y carril bici de Behobia, a punto de finalizar, es otra actuación que este año ha permitido dar pasos hacia ese objetivo. Y habrá más en 2018: «la implantación de autobuses eléctricos y el carril bici de Letxunborro», así como «la conexión que Diputación ya ha anunciado entre el Hospital Comarcal y Mendelu o la actuación en el entorno de Plaiaundi, que conectará con el puente Avenida. En definitiva, la generación de un anillo de comunicación ciclista y peatonal de primer nivel, que me parece una muy buena noticia para una ciudad que busca posicionarse en este eje de la calidad de vida y la sostenibilidad».
En ese mismo terreno hay dos cuestiones «que llevan mucho tiempo encima de la mesa»: por una parte, la nueva estación de autobuses, en torno a la que ya hay «una propuesta de acuerdo con Adif» para construirla en el aparcamiento junto a la estación de Cercanías. El otro proyecto «que ha dado pasos muy importantes en 2017, y que se va a empezar a ver en 2018, es la construcción de la primera fase de la Ronda Sur». Esta actuación permitirá «dar respuesta a algunos de los graves problemas de movilidad en coche que tiene la ciudad» derivados de «no haberse desdoblado en su día la N1».
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