jueves, 26 de abril de 2018

Bendición por partida doble en el Juncal

Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 26 de Abril de 2018.

Bendición por partida doble en el Juncal

No quedó ni un hueco libre en la iglesia del Juncal; las primeras filas estuvieron ocupadas por los más pequeños. /  FOTOS F. DE LA HERA
No quedó ni un hueco libre en la iglesia del Juncal; las primeras filas estuvieron ocupadas por los más pequeños. /FOTOS F. DE LA HERA

La llovizna motivó la celebración de dos actos, dentro y fuera de la iglesia | La fiesta de las opilas no contó con el favor del tiempo, pero no obstante decenas de irundarras se animaron a subir a la ermita de San Marcial

JOANA OCHOTECO IRUN.
El día de San Marcos se celebra cada año, pero la bendición de las opilas de ayer fue un poco diferente en la parroquia del Juncal: la llovizna que caía poco antes de las 11.00 motivó que los cientos de irundarras que acudieron a la plaza se refugiasen en el interior de la iglesia, por lo que el acto se celebró dentro. «No es que llueva mucho, pero sí lo suficiente como para fastidiar la cuestión», comentaba una vecina mientras accedía al templo.
«En los nueve años que llevo de párroco, es la primera vez que se hace dentro», comentaba el sacerdote Fernando Jiménez. «La iglesia estaba al cien por cien, no la he visto tan llena ni el día de San Pedro», aseguraba. Pero es que no sólo el templo estaba lleno, sino que también la plazoleta del Juncal se encontraba abarrotada de personas que, bajo sus paraguas, aguardaban para cumplir con una de las tradiciones bidasotarras más entrañables. De modo que, tras celebrar un primer acto dentro de la iglesia del Juncal, Fernando Jiménez se dirigió al exterior para, desde el tablado habilitado para tal efecto, realizar una segunda bendición para todos esos irundarras que no habían podido entrar. Josefa, vecina de Irun que acudía con el bizcocho que por la tarde iba a regalar a su ahijado, recordaba con sus amigas cómo «mi padre, los días que llovía mucho, sacaba las opilas a la ventana y decía 'ala, ya están bendecidas'. Como vivíamos aquí cerca, decía que alguna gota de agua bendita ya les llegaría...».

Tanto en la iglesia como en la plaza, en las palabras que dirigió a los irundarras el párroco les animó «a disfrutar de estas opilas, regalo de vuestras madrinas». Fernando Jiménez también recordó la importancia de «compartir y preocuparse por los demás»: la fiesta de las opilas es una ocasión ideal para recordar la importancia de disfrutar de momentos en familia, «sin hacer caso a tablets y móviles».
Eso sí, ayer fueron mayoría los que optaron por degustar sus bizcochos de almendras en casa o en la terraza de algún bar: «de aquí nos vamos a casa, a preparar café con leche y comernos juntos la opila», contaba Remedios, mientras cubría con su paraguas a sus dos nietos y estos, a su vez, aferraban sus respectivos bizcochos, uno más grande y otro mediano porque «nosotros siempre les compramos de tantos huevos como años tienen».
Pero a pesar de esa llovizna mañanera que remitió por la tarde, no fueron pocos los que se animaron a subir a la ermita de San Marcial para bendecir allí su opila, en un acto que condujo el párroco Iñaki Larrea.

Reparto de la Irungo Atsegiña

Por su parte, la Irungo Atsegiña repartió, un año más, medio millar de opilas en los centros de día y de mayores de la ciudad. Como recuerdan desde la sociedad irundarra, «hace 96 años, para prestar ayuda social no existía más que el Hospital-Asilo, en el que se atendía a las personas mayores sin recursos y a los huérfanos». Para que estos últimos no se quedasen sin su opila el día de San Marcos «la sociedad Irungo Atsegina se convirtió en la 'madrina' de los huérfanos del Hospital-Asilo». Este gesto benéfico se ha mantenido hasta hoy en día aunque en forma de reparto por los centros de día de Irun. Además, hoy jueves la Irungo Atsegiña organiza la tradicional comida para las personas mayores que están en las residencias Ama Xantalen, María Inmaculada- Mendibil, Cáser y Cruz Roja de Irun; así como en el Centro de Día Artia y el Centro de Servicios Bidasoa. Alrededor de 150 personas mayores acudirán a la sociedad donde el presidente, miembros de la junta directiva y socios de la Irungo Atsegiña les prepararán una deliciosa comida. «Es de destacar que tanto la comida como las opilas salen íntegramente de los presupuestos de la sociedad», recuerdan.

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