La posible moción de censura contra Santano marca el nuevo curso político
El portavoz de SPI, David Soto, señaló que depende del PNV que el alcalde siga en su cargo y que eso afectará a cuanto ocurra antes y después de las elecciones de mayo
El nuevo curso político se pone en marcha claramente condicionado por la reválida en forma de elecciones municipales y forales que lo cerrará allá por el mes de mayo. En el plano más local, a la cercanía de los comicios se añade la incertidumbre de si el alcalde actual, José Antonio Santano, permanecerá en el cargo hasta entonces. A finales del mes de julio, tanto EH Bildu como Sí se Puede Irun se mostraron a favor de una moción de censura que saque a los socialistas de un gobierno que, tras la ruptura de su coalición con los jeltzales en enero, ostentan en minoría.
«Queremos mantener la cautela con este tema», señaló ayer David Soto, portavoz de SPI, la formación que en julio se mostró dispuesta a liderar unas conversaciones que «ya están teniendo lugar». Sin embargo, hasta que culminen en el sentido que sea, prefirió no extenderse en detalles. «Habrá novedades en los próximos días», anunció, y recordó que «la papeleta para que salga o no adelante la tiene el PNV». La suma de SPI, Bildu y jeltzales es la única aritmética posible y con los dos primeros habiéndose manifestado a favor, la postura que se tome en el Batzoki será determiante. No sólo para los ocho meses que quedan, «sino para consolidar un cambio tras las elecciones».
Fiscalidad y presupuestos
Soto no compareció tanto para hablar de la moción de censura como para referirse a lo que traerá la actividad política de aquí a mayo, aunque la posibilidad de un cambio en la Alcaldía trastocaría todo lo demás. Así lo decía el propio edil al referirse a cómo afrontarán la modificación de las Ordenanzas Fiscales en octubre o el preusupuesto municipal de 2019, hacia final de año.
Obviando por el momento la cuestión, Soto recordó que hace un año apoyaron la propuesta de modificación de tasas e impuestos del Gobierno, que por entonces aún gozaba de mayoría absoluta. «Hubo un compromiso por parte del alcalde de pedir informes y estudiar una serie de propuestas que hicimos sobre el recargo del IBI a viviendas vacías, el gravamen a las eléctricas por el uso de espacio público, la revisión de varias tasas... No tenemos constancia de que se haya hecho nada», apuntó. «No tenemos prejuicios a la hora de pactar con el alcalde, pero nos demuestra una y otra vez que cuando pide diálogo no tiene intención de aceptar nuevas políticas, diferentes de las suyas. Sólo quiere subalternizar, como hace con su socio preferente, el PP», recriminó.
En cualquier caso, este año su grupo sumará una nueva petición que condicionará cualquier tipo de apoyo: «la aplicación de los impuestos locales a la Iglesia, tal y como se ha empezado a hacer en Valencia a raíz de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares».
El siguiente momento clave para SPI llegará con la tramitación del presupuesto municipal. «Esperamos no encontrarnos con la misma situación de la modificación de créditos de dos millones de euros que el Gobierno tiene secuestrada porque no quiere que se tramiten propuestas diferentes a su modelo de ciudad». También mostró su confianza en que esas cuentas de 2019 puedan abordar el problema del aparcamiento «para el que la ciudadanía reclama una respuesta, porque el triunvirato OTA, parking subterráneos y peatonalizaciones está consumiendo la paciencia de la gente».
Soto finalizó mencionando «otros grandes retos de futuro a los que la ciudad tendrá que dar respuesta en los próximos meses», como «Via Irun, el traslado de Plaiaundi, la llegada de inmigrantes en tránsito...». Soto añadió que «si el PSE valora ahora determinadas propuestas es porque el statu quo del Ayuntamiento se ha resquebrajado».
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