Una nueva etapa para Ikust-Alaia
El edificio de la antigua biblioteca municipal y del archivo histórico de la ciudad será rehabilitado gracias a una dotación de medio millón de euros de la Diputación Foral de Gipuzkoa aprobada en Pleno de Irun el pasado viernes.
UN REPORTAJE DE JON GUEZALA. FOTOGRAFÍA XABIER SAGARZAZU - Martes, 2 de Octubre de 2018 - Actualizado a las 06:03h
La villa Ikust-Alaia, que dejó de ser la sede de la biblioteca municipal en 2015, actualmente sigue albergando el archivo histórico de Irun.
De entre los edificios históricos de Irun hay muy pocos que ocupen una posición más distinguida que Ikust-Alaia. La villa preside la calle Mayor irundarra, en su cruce con la calle Pikoketa, desde su construcción en 1891 a manos del arquitecto Juan José de Aginaga para su primer propietario, Manuel Gil Rodrigo. Tras una reforma acometida por Manuel Sáinz de Vicuña en 1925, la edificación adquirió el aspecto con el que ha llegado hasta nuestros días. En 1985 fue adquirida por el Consistorio y desde entonces ha sido la sede de la biblioteca municipal hasta hace tres años, cuando fue sustituida por el centro cultural Carlos Blanco Aguinaga de la plaza San Juan.
Actualmente, Ikust-Alaia continúa albergando el archivo histórico de la ciudad, en el que cualquier ciudadano, local o extranjero, que lo requiera, puede consultar documentos de todo tipo o indagar en los orígenes de sus ancestros. Sagrario Arrizabalaga, responsable del archivo, cuenta que “lo que más nos suelen demandar son planos de edificios de viviendas de la ciudad, ya que son muy útiles a la hora de adquirir información, como la disposición de las cañerías o muros de carga, para las inspecciones técnicas”.
Según la memoria anual de 2017 del archivo, el pasado año recibió a 295 investigadores, es decir, personas que dedicaron más de cinco horas a estudiar documentos de cualquier índole en las instalaciones. Además, el número de consultas a escritos prácticamente se duplicó respecto al año anterior (de 979 a 1.716) y la cantidad de reproducciones, en papel mediante fotocopias o de manera digital, se cuadruplicó (de 306 a 1.180), lo que deja entrever la popularidad del servicio. “En los últimos años han llegado a venir argentinos y ciudadanos de otros países de Latinoamérica en busca de referencias de sus antepasados en Irun”, explica Arrizabalaga.
Sin embargo, el futuro del archivo es incierto en Ikust-Alaia, ya que el pasado viernes el Pleno del Ayuntamiento de Irun aprobó una modificación del presupuesto con el objetivo de incorporar una dotación de medio millón de euros de la Diputación Foral de Gipuzkoa para la reforma del edificio. Aunque la continuidad del archivo está asegurada, el Gobierno local tiene la intención de habilitar un museo de Irun en Ikust-Alaia tras su rehabilitación, por lo que se desconoce si su ubicación cambiará.
DISCUSIÓN EN EL PLENO Lo que parecía una decisión sencilla para el conjunto de la Corporación, la aprobación de una modificación de ingresos del crédito de la ciudad, fue motivo de disputa en el Pleno. Todo comenzó cuando el portavoz del grupo Sí se Puede Irun (la marca municipal de Podemos), David Soto, argumentó que, debido a la naturaleza “emblemática” de la villa, la decisión del uso que se le asigne tras su rehabilitación debería someterse a un proceso participativo.
Esto desencadeno una serie de intervenciones que denunciaron la falta de transparencia del Gobierno local en torno al proyecto. El jeltzale José Enrique Corchón, que además de concejal es director de Presupuestos de la Diputación, afirmó que “hay información sobre esta subvención que no se está dando”. Por ello, pidió que la propuesta se quedase “encima de la mesa” para disponer de “más tiempo para conocer el proyecto”.
Por su parte, José Cayetano Díez, edil de EH Bildu, mostró la preocupación de su grupo por que la propuesta del nuevo Ikust-Alaia se pueda transformar “en un proyecto personalista, como a los que nos tiene acostumbrados el equipo de Gobierno”.
Tras la intervención de Corchón, Soto habló una segunda vez, demandando saber “cuál es esa información que no ha salido a luz”. Sin embargo, declaró que su grupo se iba a abstener en la votación.
EL ALCALDE, PERPLEJOEl primer edil, José Antonio Santano, expresó su incredulidad ante la situación creada y aseguró que “aquí hay alguien que quiere hacer daño a esta ciudad”. Santano dio explicaciones técnicas defendiendo la propuesta, a lo que la delegada de Obras, Cristina Laborda, añadió que “el proyecto se aprobó en agosto y se dio cuenta de ello en la comisión de Obras hace quince días. Nadie preguntó nada aquel día ni en los posteriores”. “Puedo estar de acuerdo en que sea necesario un debate, como ha dicho David Soto, sobre cuál será el uso futuro. Tenemos una opinión, pero este proyecto es para rehabilitar estructura, fachada, cubierta;garantizar accesibilidad... No impide el debate sobre el uso futuro”, finalizó el alcalde.
Finalmente, y a pesar de la polémica, la modificación presupuestaria fue aprobada con los votos a favor de PSE y PP y las abstenciones de SPI, PNV y Bildu.
LA CIFRA
500.000
Son los euros que la Diputación Foral de Gipuzkoa ha otorgado al Ayuntamiento de Irun en una subvención nominativa para la rehabilitación de Ikust-Alaia.
FUTURO
Villa Ikust-Alaia. Tras su reforma, la idea del Gobierno local era la de implantar un museo de la ciudad de Irun en el edificio. Sin embargo, tras la discusión en el Pleno consistorial del pasado viernes y la petición de SPI, es posible que los futuros usos de la edificación sean sometidos a debate.
Archivo histórico. De la misma manera, el futuro del archivo histórico en Ikust-Alaia es incierto. Sagrario Arrizabalaga, responsable del servicio, declaró ayer a este periódico que “la idea, desde hace unos cuantos años, era trasladar el servicio a otra ubicación”, aunque el traslado no se llegó a acometer debido al comienzo de la crisis económica de 2008.
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