«Aquí los libros mandan y eligen a su dueño»
Emaús. El Ekocenter de Irun es el punto de venta de libros de segunda mano de la fundación en Gipuzkoa en el que más volúmenes se venden al año
La tetralogía del 'Cementerio de los Libros Olvidados' de Carlos Ruiz Zafón tiene como uno de sus principales escenarios esa misteriosa y laberíntica biblioteca en la que uno no encuentra libros, sino que los libros lo encuentran a él. El lugar de Irun en el que empieza esta historia tiene un espíritu similar, aunque en vez de un cementerio, es un lugar «que está mucho más vivo». Es un sitio en el que, durante el año pasado, 11.219 historias encontraron un nuevo lector: la sección de libros de segunda mano del Ekocenter de Emaús, en Ventas.
La fundación cuenta con cuatro ubicaciones en Gipuzkoa en las que encontrar libros usados a precios muy reducidos: además del de Irun, están el Ekocenter de Arrasate y dos puntos de venta en Donostia. El año pasado se vendieron más de 20.000 títulos en esos cuatro sitios.
Las cifras
- 20.881
- libros se vendieron en 2019 en los Ekocenter de Irun y Arrasate y los dos puntos de venta que la Fundación Emaús tiene en Donostia. La cifra supone un incremento con respecto al período anterior, ya que en 2018 el número de títulos vendidos fue de 17.807.
- 11.219
- del total de libros vendidos el año pasado, más de la mitad, encontraron comprador en el Ekocenter de Irun.
Pero, y aquí llega el punto de giro, más de la mitad de esos libros encontraron dueño en Irun. El Ekocenter de Ventas gana por goleada en cuanto a número de lectores que acuden a sus instalaciones. ¿Los motivos? «Los libros están en muy buen sitio», justo a la entrada de las instalaciones, «y además muy ordenados. Es fácil encontrar lo que buscas», apunta Begoña Cabaleiro, responsable de comunicación de Emaús. Miles de libros reciben a los visitantes del Ekocenter nada más cruzan la puerta de entrada: al frente de la sección hay una mesa temática cuyo contenido «va variando según la temporadas». En una gran librería, las miles de novelas están ordenadas en base al apellido del autor. Hay también una zona «temática» con diccionarios, libros de historia... Sin olvidar la sección infantil, que cuenta con una oferta permanente de cuatro cuentos a un euro. Además de contribuir a los proyectos de inserción que desarrolla Emaús, a través de la venta de libros de segunda mano «fomentamos la cultura».
Rarezas descatalogadas
En Irun «hay mucha gente que tiene la costumbre de venir al Ekocenter a comprar libros, sobre todo, los sábados por la mañana», confirma Ana León, responsable de comercialización de Emaús Gipuzkoa. «Todo lo que se pone a la venta está en perfectas condiciones», y los precios son muy atractivos: «de uno a cuatro euros, en algún caso cinco». En cuanto a la tipología de los títulos, hay absolutamente de todo: desde novelas que han ocupado los primeros puestos en las listas de los más vendidos hasta auténticas rarezas, incluyendo «libros que ya están descatalogados y que no encuentras así como así. Pero aquí, aparecen», asegura Ana León. Begoña Cabaleiro cita también esa sensación de que, en el Ekocenter, «el libro me elige a mí. Es una sensación divertida. No posicionamos a un autor sobre el otro, a una novela sobre otra... Aquí los libros mandan y eligen a su dueño».
Uno de los atractivos que ofrece esta sección literaria es el placer de rebuscar, recrearse en cientos de títulos y portadas entre el característico olor a libro hasta hallar la próxima historia. «Los lectores asiduos vienen a rebuscar. Creo que es uno de nuestros encantos», comenta Ana León. Entre quienes curiosean en esas estanterías hay «buscadores de chollos», añade Begoña Cabaleiro, que han sido capaces de identificar entre los miles de volúmenes algunos libros antiguos que «tienen un valor».
En un mundo cada vez más dominado por las pantallas y en el que internet se arroga el papel de custodio del conocimiento, los libros no se retiran de la batalla: el número de volúmenes vendidos en Emaús Gipuzkoa aumentó el año pasado en 3.000 libros (de 17.807 a 20.881). «Decían que los ebook iban a desbancar a los libros tradicionales, pero el papel resiste», señala Begoña Cabaleiro. Quizá uno de los motivos sea, como sugiere Ana León, que «bastantes pantallas hay ya hoy en día. Hay que desconectar». Y los libros, nuevos o de séptima mano, nunca han precisado de cables ni baterías para cumplir su función, sino sólo de un lector presto a vivir aventuras.
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