Un ertzaina jubilado evita un robo en Irun tras perseguir al ladrón 7 minutos

El exagente de la Unidad de Tráfico de Gipuzkoa logró devolver el móvil a una mujer, después de que le fuera sustraído
Las casualidades existen y gracias a ellas, y al estado de forma del agente de la Ertzaintza jubilado que presenció la escena, una mujer pudo recuperar ayer en Irun el teléfono móvil que un joven le había sustraído nada más salir del banco, tras un forcejeo.
Este exagente de la Unidad de Tráfico de Gipuzkoa de la Ertzaintza salía de una sucursal bancaria ubicada en el paseo Colón de la localidad fronteriza, cuando le llamó la atención «el movimiento brusco» que estaban protagonizando un joven y una mujer de avanzada edad a unos metros de él. «Vi que la mujer estaba tirando de su bolso y que posteriormente empezaba a gritar '¡Me han robado!'», mientras que el ladrón salía corriendo. «Es curioso porque había mucha gente en la calle a esa hora, pero nadie reaccionó, supongo que por miedo», cuenta.
En un primer momento, se acercó a la mujer, y sin pensarlo dos veces emprendió una carrera tras el joven, «es lo primero que me salió hacer». Claro que en el momento en el que inició la persecución, no imaginó que se prolongaría de semejante manera. «Menos mal que hago deporte a diario y sigo estando en forma, porque el chico, que era joven, al ver que le perseguía empezó a correr por todo Irun». Del paseo Colón se dirigió hacia el Ayuntamiento, después bajó hacia Larreaundi, pasó por la plaza Urdanibia, y regresó de nuevo hacia el Ayuntamiento. Siete minutos de sube-baja a ritmo acelerado que este agente de 61 años, jubilado hace año y medio, supo resistir a la perfección. «En cuanto volvió a meterse hacia el Ayuntamiento pensé 'esta es la mía, no te me vas a escapar'. A él se le empezaba a ver con miedo porque le iba a pillar, y así fue», reproduce.
Sabía que en la plaza en la que está ubicado el consistorio irundarra suele estar la policía municipal, por lo que aceleró el paso hasta lograr interceptar al chaval. Al cachearle, efectivamente, encontró un móvil de alta gama de la mujer a la que se lo había sustraído. «Él mismo lo ha dicho, que era de la señora», apunta el exagente.
Nada más interceptarle, este ertzaina que prefiere no revelar su identidad, le advirtió de que era un agente jubilado y «que ni se le ocurriera moverse. Le he metido dentro del Ayuntamiento y he dicho que avisaran para que viniera una patrulla a por él». Poco después, varios agentes de la Policía Nacional acudieron al lugar para arrestar al joven.

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