domingo, 5 de julio de 2020

«Si un trabajo me salía bien, yo siempre decía que estaba 'de perita'»

Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 5 de Julio de 2020.

«Si un trabajo me salía bien, yo siempre decía que estaba 'de perita'»

Víctor con uno de sus originales y famosos ramos de frutas que inventó su mujer. / F. DE LA HERA
Víctor con uno de sus originales y famosos ramos de frutas que inventó su mujer. / F. DE LA HERA

Desde hace ocho años el barrio de Artia cuenta con una gran frutería llena de buenos productos y buen humor

YLENIA BENITO
Naruto Uzumaki es un joven ninja que aspira a convertirse en 'Hokage', líder de su aldea, y demostrar su coraje y valentía. De eso le sobra a Víctor, el ninja de Artia. Y, además, tiene buen humor. El poder más importante para un ninja y para un comerciante. Con su coraje y valentía montó una frutería en Artia hace ya ocho años. Y con su buen humor ha conseguido que esa frutería sea una frutería 'de perita'. Sí, en Artia cuando algo se hace bien se dice que «ha quedado de perita». Naruto Uzumaki no sé, pero Victor está muy cerca de convertirse en el 'Hokage' de Artia y de Irun. No esperen a leer el manga, vayan a la 'Frutería De Perita'.
–El ninja de las frutas, Víctor.
–(Risas) Ojalá. De momento, un humilde frutero de barrio. Pero de un barrio muy guay. Me gusta mucho.
Mi mujer tuvo la idea de hacer ramos de frutas y han sido todo un éxito, es un regalo original»RAMOS«
«Mis hijas llevan su 'hamaiketako' ecológico al cole y me hacen la mejor publicidad que hay»PUBLICIDAD
–Un buen ninja defiende lo suyo, claro que sí. Artia es tu barrio.
–Sí, eso es. Hay que tener más conciencia de barrio. Así nació la idea de la frutería.
–Cuéntame, ¿cómo nace la Frutería De Perita?
–Pues de casualidad. Yo nunca he estado ni cara al público. Yo era un hombre de rotaflex.
–¿Qué me dices?
–Sí, sí. Yo siempre he estado en obras o montando toldos. Cara al público, nunca. De hecho, nadie daba un duro por mí porque yo siempre he sido muy tímido. Bueno, muy muy tímido.
–Eso sí que no me lo creo...
–(Risas) Te lo digo de verdad. Cuando era chaval, fui a un colegio de frailes, solo había chicos, y cuando me tocó ir al instituto me ponía rojo por los cuatro costados cada vez que tenía que hablar con una mujer. Fui de viaje con mi moza y pensó que no le iba a hablar ni una palabra.
–¿Y qué ha pasado para que ahora seas el frutero más divertido de Irun?
–No lo sé. No sé qué me ha pasado. Supongo que será el ambiente del barrio. Es tan bueno y la gente es tan maja, que lo estoy superando. ¡Me he soltado!
–Yo te he visto en un vídeo dando los buenos días con una lechuga por sombrero...
–(Risas) Sí, hay que animar las redes sociales. Hay que ponerle buen humor a los días. Aquí solo con la cámara y la musiquita pues... ¡es fácil!
–Lo que no será fácil es montar una frutería, ¿cómo fue?
–Pues en el barrio siempre decíamos que para comprar fruta o verdura nos teníamos que ir a Dunboa o al centro. No teníamos nada en el barrio, así que, cuando me quedé un tiempo en el paro, en casa pensamos: «¿por qué no? ¿nos animamos?». Y nos animamos.
–El ánimo es clave para que un proyecto nazca con buen pie.
–Pues sí. Y eso que abrimos un día 13. (Risas)
–El 13 de febrero de 2012.
–Ese día abrimos las puertas de la frutería, pero en el local de al lado. Lo recuerdo bien.
–¿Qué recuerdas?
–Recuerdo que tardábamos mogollón en colocar la fruta y eso que no teníamos casi nada en comparación con lo que tenemos ahora. Yo me empeñaba en poner solo una capa, pero mi moza me decía que no, que había que poner más cantidad. (Risas)
–Todo se aprende con la marcha, ¿verdad?
–¡Sin duda! Mira, los muebles también los hicimos entre mi padre y yo. Recuerdo que al principio se nos caía toda la fruta porque los habíamos hecho con demasiada pendiente. En cuanto quitabas una fila, ¡a tomar por 'riau'! Se caía todo.
–Ahora, sin embargo, sabrás elegir el mejor melón sin tocarlo.
–(Risas) Pues te diré que ahora como mucha más fruta que antes. Unas peras y unas manzanas era toda la fruta que comía antes. Pero confieso que con lo que más he aprendido ha sido con el trato de la gente. La gente me ha enseñado mucho. Ellos me dicen cómo pelan la fruta o por qué no traigo tal o cual. Así ha ido evolucionando la frutería.
–Claro, yo aquí veo algo más que fruta...
–Sí, sí, hay más cosas. Con el tiempo, también nos metimos en lo ecológico y es otro mundo por descubrir. Poco a poco hemos ido aprendiendo y cada vez traemos más cosas. Aquí también, ¿sabes qué ha sido clave?
–Cuéntame...
–Mis hijas. Ellas llevan su 'hamaiketako' ecológico al cole y me hacen la mejor de las publicidades. (Risas)
–Como diría Corleone: «la familia...»
–Efectivamente. Sin la familia esto no sería posible. Mi mujer y mis hijas son pilares fundamentales, pero también el resto de familiares y amigos. Todos me han ayudado un montón. Mira, los ramos de frutas, por ejemplo, se los inventó mi moza.
–¿Ramos de frutas?
–Fue una idea de mi mujer, yo no creía que fuera a gustar pero... ¡ha sido un éxito! Para el día de la madre tuvimos que parar de coger encargos. No dábamos a basto. Es un regalo original.
–Reinventarse o morir, el mantra de cualquier comercio.
–Toda la razón. La cuarentena me ha servido para aprender eso y para reforzar relaciones con otros grandes comerciantes.
–¿Sí?
–Durante la cuarentena, he tenido aquí 'chuches' de Marrubi para ayudarle y ahora vamos a seguir. Juntos somos mejores, eso está claro. Pili, de Bed´s, me metió en el chat de los comerciantes y ha sido todo un descubrimiento. Son todos geniales.
–Seguro que tú eres el más 'salsero'...
–¡Qué va! Uy, el viernes han quedado algunos como Mikel de Marrubi, Yon de Papperino y el chico de los cartuchos para unas cervezas. Estoy deseando ir. Ojalá me de tiempo. Eso sí que va a ser una quedada 'de perita'.
–Ahora que lo dices, ¿por qué 'de perita'?
–(Risas) Eso viene de mi trabajo anterior. Cuando un trabajo salía bien o un toldo quedaba bien colocado, siempre decía que estaba 'de perita'. Es una forma mía de decir que está guay.
–Pues esta es la frutería más 'de perita' de Irun.

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