El incendio que sacudió a Irun en pleno agosto
EFEMÉRIDES
Se cumplen 20 años del pavoroso fuego que arrasó el polígono industrial Soroxarta
Tal día como hoy hace veinte años, Irun sufría el mayor incendio de los últimos tiempos. El pavoroso fuego fortuito en el polígono industrial Soroxarta destruyó diez pabellones industriales y provocó un enorme impacto en la ciudad fronteriza.
Aquel 16 de agosto de 2000 era un miércoles. Buen tiempo y la ciudad semivacía. Gente en las playas de Hondarribia y Hendaia, en la Semana Grande donostiarra o en sus destinos vacacionales. María José Atienza, corresponsal en la zona del Bidasoa explicaba en la edición de El Diario Vasco del día siguiente cómo empezó la tragedia: «Según testigos presenciales, el fuego se declaró sobre las dos de la tarde en la empresa Talleres Go-be, de manufacturas de madera, de manera fortuita y por causas que aún se desconocen». La columna de humo «se hacía visible ya en toda la ciudad», relataba Atienza quién añadía que«los bomberos del parque del Bidasoa, la Ertzaintza, la Policía Local de Irun, la Cruz Roja y la DYA se desplazaron al lugar del siniestro. La zona fue acordonada y los trabajadores, desalojados».
El relato es estremecedor. La ausencia de tabiques entre empresa y empresa hizo aún más fácil la propagación de las llamas, que se extendieron con rapidez y se descontrolaron, alcanzando a los pabellones situados a la izquierda. «Las paredes de aluminio se derretían como mantequilla, el interior de los edificiosardía con violencia y se podían escuchar pequeñas explosiones», relataba Atienza en la edición de papel de aquel mes de agosto.
«Los empleados sacaron de los edificios todo el material que pudieron, que no fue mucho porque las llamas se extendían a gran velocidad y las explosiones provocadas por el material combustible almacenado en algunas empresas hacían temer por la seguridad de las personas». La nube negra comenzaba a percibirse en toda la ciudad, agravada por el viento. Varias personas fueron atendidas por crisis de ansiedad y mareos. No hubo heridos pero sí graves daños: Diez pabellones fundidos, con catorce empresas afectadas y pérdidas cuantificadas en más de doce millones de euros, dos mil millones de pesetas en aquel entonces.
La intensidad de las llamas no permitió a los bomberos controlar el incendio hasta tres horas después, ya con multitud de curiosos en los alrededores, entre sorprendidos y asustados. «Pasadas las cinco de la tarde, el incendio comenzó a ser controlado por los bomberos, pero las llamas se mantuvieron activas, al menos durante cinco horas más. A las diez de la noche, siete vehículos de extinción de incendios permanecían al pie del polígono industrial siniestrado y el fuego no se había sofocado completamente».
Entre las empresas afectadas estaban firmas de transportes como Derbitrans, Trans Flete, Garitrans, Danzas y Seur, de la alimentación como Frutas San Juan; de manufacturas de madera como Talleres Gobel,el Bar Casa Barandiaran, la empresa de pinturas Procoplast, y compañias de automóvil como Carrocerías Iterlimen, Man Auto Haundiak y Talleres Soroxarta.
El incendio sumió en la desolación y la desesperanza a los propietarios y trabajadores, un centenar de personas. Trabajo e ilusiones quedaron arrasadas. Nuestro compañero Jorge Sáinz describía el pesar de los afectados: «No sé qué vamos a hacer, ha sido un auténtico desastre. Ha ardido hasta el cartel», lamentaba uno de los trabajadores.
Casi cinco años después, en 2005, a fuerza de trabajo, prácticamente todas las empresas lograron retomar la normalidad. La mayoría en el mismo polígono industrial. Otras, como Frutas San Juan y Gallardo Ingeniería de Embotellado, se reubicaron en Merka Bugati de Lasarte-Oria y en Arretxe Ugalde de Irún, respectivamente. Todas dejaron atrás de alguna u otra forma una de las tardes más negras que se recuerdan en la ciudad en los últimos años.
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