La renovada conexión de Juan Thalamas Labandibar a Darío de Regoyos ya está abierta
Las nuevas escaleras y rampas sustituyen a las preexistentes tras una obra realizada para afianzar la maltrecha estructura del muro
El área de Obras del Ayuntamiento reabrió ayer la conexión peatonal entre Juan Thalamas Labandibar y la calle Darío de Regoyos en el cruce de Arenas Carrillo.
Durante nueve meses se han realizado allí trabajos para reforzar el muro en cuya estructura se habían detectado deformaciones. Hace ya tres años que se eliminó el voladizo que a modo de balcón completaba la antigua conexión peatonal porque su carga afectaba a la estabilidad del conjunto. «Llevábamos tiempo siguiendo la pista a este muro y tomando medidas de control para evaluar su evolución» explicó la delegada de Obras, Cristina Laborda. «Así, se determinó la necesidad de estabilizar su estructura» mediante la obra realizada y que ha dejado también «un acceso peatonal renovado que permite conectar con más seguridad las dos calles», separadas por un desnivel de 5,6 metros.
Dado que la actuación para reforzar la estructura obligaba a derribar parte del muro y de las escaleras y rampas preexistentes, se han construido nuevos accesos para no perder ese complemento a las aceras de la calle Jose María Franco. Éste es el único punto de conexión entre Darío de Regoyos y Juan Thalamas Labandibar desde el extremo de las casas puente más cercano a Behobia hasta las escaleras mecánicas de enfrente del polideportivo Azken Portu. Las rampas y escaleras facilitan a un buen número de vecinos la conexión con la L1 de Irunbus en sentido Hospital, que tiene su parada frente al punto donde se ha ejecutado la obra.
«Además, hemos aprovechado estos trabajos para poder atender una petición ciudadana como era la de colocar una marquesina para la parada que en este punto viene realizando una línea escolar de autobús», añadió Laborda. Durante el tiempo que duró la obra, dado que se tuvieron que cerrar los accesos peatonales, esta parada quedó inhabilitada y hubo de trasladarse a otro punto. Ahora puede volver a utilizarse con la mejora añadida de la nueva doble marquesina.
Todo el conjunto de la actuación se ha llevado a cabo en los nueve meses de plazo que recogía el contrato que le fue adjudicado en su momento a la empresa Urbycolan por un montante total de 610.858 euros. Ayer se dio por finalizada la obra, se retiró el vallado y se reabrió el paso peatonal.
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