Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 30 de Marzo de 2021.
Los controles de PCR en la frontera son esporádicos y móviles
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil se encargan de solicitar la prueba negativa a franceses que entran por carretera pero sin ocupar permanentemente los pasos de la muga
La exigencia de una prueba PCR con resultado negativo a ciudadanos franceses que entren por carretera al país ha entrado en vigor a las 00.00 de este martes. Tanto Policía Nacional como Guardia Civil han colocado ya a lo largo de la jornada sus primeros controles en los tres pasos fronterizos de Irun, en el peaje de la autopista, en el puente internacional de Santiago y en el de Behobia. Estos controles, según se ha informado desde la Subdelegación del Gobierno en Gipuzkoa y tal como se ha podido comprobar en este primer día, no serán permanentes, ni siquiera se colocarán siempre en los puntos habituales por los que se franquea la frontera, sino que serán esporádicos, móviles y podrán establecerse incluso varios kilómetros hacia el interior.
Serán las propias fuerzas de seguridad del Estado las que se encarguen de exigir la PCR negativa, sin que medie presencia de Sanidad Exterior. Fuentes de la Subdelegación de Gobierno en Gipuzkoa han explicado que no hay recursos técnicos ni humanos suficientes para realizar un control de acceso a cada vehículo que pasa de Francia a España, una alternativa que, además, colapsaría los accesos. Así, las fuerzas policiales montarán puntos «móviles y temporales» que no estarán sólo en la propia muga «sino que podrían colocarse en la entrada a Donostia o al paso de la N-1 por Tolosa», se ha apuntado como ejemplos. Detendrán aleatoriamente a coches con matrícula extranjera con el objetivo de disuadir a quienes piensen entrar en el país sin cumplir las normas. Es una dinámica muy similar a la que se viene siguiendo para ayudar al cumplimiento de los cierres perimetrales autonómicos.
Santiago y Behobia
La norma aprobada permite el movimiento de los ciudadanos de las cuencas transfronterizas en 30 kilómetros a la redonda de su municipio sin tener que presentar PCR al pasar al país vecino, mismo criterio que ya venía aplicando Francia. De esta manera, los pasos fronterizos urbanos de Irun, tanto el de Santiago como el de Behobia, no resultan muy adecuados para los controles, ya que habitualmente sólo los usan los vecinos de los entornos más cercanos y cualquier vehículo que venga de más allá de 30 kilómetros lo hace por la autopista. Ese razonamiento no evitará que «puntualmente» se vigilen ambos puentes internacionales para evitar que se conviertan en un paso franco.
Además de los residentes en las cuencas transfronterizas quedan eximidos de la presentación de la PCR los trabajadores transfronterizos (aunque superen los 30 kilómetros entre origen y destino) y los profesionales del transporte en el desempeño de su actividad.
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