Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 27 de Abril de 2021.
Jóvenes y mayores hacen frente común contra la discriminación por la edad
Una jornada abierta a todo el que quiera participar buscará este jueves definir un decálogo local de solidaridad intergeneracional
El edadismo se considera otro factor de discriminación, como el sexismo o el racismo, pero es mucho menos conocido. «Está muy extendido en la sociedad, tan normalizado que apenas se combate», advertía ayer el delegado de Bienestar Social, David Nuño. Desde esta área municipal se ha organizado para este jueves en Palmera Montero una jornada contra el 'edadismo' coincidiendo con el Día de la Solidaridad Internacional.
«Es necesario llevar a cabo actividades de sensibilización hacia el conjunto de la población», advirtió. «Que nos dejemos llevar por los prejuicios hacia los mayores, les puede acabar afectando negativamente». Nuño recogió las conclusiones de estudios que «han mostrado que aquellos que tienen actitudes negativas sobre el envejecimiento se recuperan más lentamente de discapacidades, viven un promedio de 7,5 años menos y gozan de menor probabilidad de integración social».
La jornada del jueves está abierta a la participación y quien esté interesado puede inscribirse en el apartado relativo al Día de la Solidaridad Internacional de www.irun.org. Habrá una jornada matinal (11.00-13.00 horas) y otra vespertina (17.00-19.00). Se presentan como sendos espacios de «encuentro y reflexión sobre la convivencia en Irun de distintas generciones» y el objetivo es definir, desde la opinión y las aportaciones de mayores y jóvenes, un Décalogo de la Solidaridad Intergeneracional de Irun «como ciudad cuidadora de las relaciones intergeneracionales».
«Respetábamos a los mayores»
Irati Alzuri, una irundarra de 25 años que participará en la jornada, ponía el foco en uno de los clichés más habituales sobre los mayores. «Parece que cuando alguien se jubila deja de ser productivo y de ser socialmente relevante. No es verdad, desde luego». Las dos mujeres que completaban el cuarteto que presentó la jornada del jueves, Carmen Barbero y Pilar Fagundo, son buen ejemplo.
«Tenemos 78 años y hace 18 que fundamos Sorosartxa», la asociación de mayores del barrio de Belaskoenea. «Llevamos muchos años organizando muchas actividades para mucha gente, ayudando a personas que no está tan bien y ofreciendo a las que sí lo están la opción de hacer cosas, de salir de casa, de conocer gente», explicó Carmen Barbero.
Ha sido una labor vocacional, «en la que pienso seguir mientras pueda hacerlo», completaba Pilar Fagundo. «A mí me ha ido de maravilla colaborar con la gente, salir de casa para hacer cosas, implicarme, ayudar... Ahora echo de menos que por la pandemia muchas actividades no se puedan hacer, que no haya baile o tipitapa». Fueron críticas con esa parte de la juventud que no está cumpliendo las normas sanitarias. «Parecen no darse cuenta del perjuicio de sus fiestas y botellones. Esto es grave. Yo he perdido a dos hermanas», comentó Barbero.
Fagundo recordó que cuando ellas eran jóvenes «si nos decían que no saliéramos por respetar el luto de una familia porque había muerto un allegado, obedecíamos aunque no nos gustara». «Las cosas en eso han cambiado mucho», señaló Barbero. «No quiero generalizar, pero hay una parte de la juventud que parece creer que lo de hacerse mayores es algo que a ellos no les pasará y se refieren a nosotros como 'estos putos viejos'. A nosotras de jóvenes no se nos hubiera ocurrido una expresión así porque sentíamos respeto por los mayores, por los de casa y por los de fuera».
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