Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 22 de Agostos de 2021.
«No se dan cuenta de que los mayores no pueden hablar con máquinas»
Conocida por su actividad en la asociación MPT, Shole Aguirre reclama cambios en servicios públicos y gestiones cotidianas
Shole Aguirre posa junto a varios carteles reivindicativos en una de las concentraciones que organiza MPT./F.DE LA HERA
«Tener inquietudes sociales siempre te obliga a no conformarte». Son las palabras de Shole Aguirre, más conocida por aquellos quienes la rodean como 'Shole'. Tiene 72 años y desde hace tres participa activamente en el Movimiento de Pensionistas de Txingudi, que cada lunes se concentra en la plaza San Juan para reivindicar un sistema de pensiones públicas digno y justo para todos.
La organización, que lleva desde el año 2018 manifestándose y recorriendo las principales calles de Irun bajo lemas como 'Gobierne quien gobierne las pensiones se defienden', 'Somos mayores, no somos tontos' y 'Pensionistas aurrera', reclama que, desde que comenzó la pandemia, los servicios públicos «dejan mucho que desear» y teme que la situación se prolongue más de la cuenta.
Demanda principales
Osakidetza Facilitar el procedimiento de petición de cita. (La mayoría no puede hacerlo a través de internet, ni seguir por teléfono las instrucciones de un ordenador).
Entidades bancarias Normalizar el horario de los bancos, así como abrir un mayor número de ventanillas para que los pensionistas (y el resto de la población) puedan ser atendidos con mayor rapidez, sin necesidad de hacer colas.
Atención personalizada Consideran que la calidad de los servicios se ha deteriorado porque cada vez han menos personal para atender, cara a cara, a pacientes y clientes.
Desde otra perspectiva, el salto a la digitalización ha supuesto en los últimos años un incremento notorio del uso de las nuevas tecnologías en jóvenes y adultos, pero supone una de las principales dificultades a las que los pensionistas deben enfrentarse cada día. «La mayoría de las personas mayores no saben acceder a internet», cuenta Shole y añade que «ahora, para cualquier consulta, tienen que llamar por teléfono o entrar en una página web».
Cita para el médico
Solicitar una consulta con el médico de cabecera es una de las acciones cotidianas que las personas mayores consideran más complicadas de realizar. «Llaman por teléfono y les contesta un ordenador», explica Shole y comenta que muchos pacientes se han quedado sin consultas por no saber utilizar el nuevo sistema: «No se dan cuenta de que los mayores no pueden hablar con máquinas. Muchos de ellos no se atreven a decir que no pueden seguir el ritmo de las nuevas tecnologías, por eso se pierden muchas consultas médicas».
Relacionado también con el sector sanitario, la portavoz del Movimiento de Pensionistas de Txingudi expresa que «la calidad de los servicios se deteriora porque cada vez hay menos personal para atendernos».
La normalización de horarios en bancos y ambulatorios es otro de los puntos principales que demanda la asociación. «Las medidas que se han puesto en los bancos no son cómodas para las personas mayores. No sólo porque tienes que sacar un mínimo de dinero para poder acceder a la ventanilla y ser atendido, sino también porque hay que ajustarse a unas horas determinadas», comenta Shole y explica cómo la mayoría de hombres y mujeres que superan los 70 años tienen que pedir ayuda a hijos, nietos u otros familiares para poder llevar a cabo todos los procedimientos requeridos.
Pagar un recibo de la comunidad en una cuenta conjunta de vecinos no siempre es tarea fácil. «Te dicen que tienes que iral banco unos días de la semana concretos a unas horas determinadas y, a veces, es imposible ajustarse», expone Shole.
Por otro lado, también hace énfasis en otras peticiones que no necesariamente se encuentran vinculadas a las tecnologías o servicios de atención ciudadana como la diferencia salarial entre un hombre y una mujer en edad de jubilación, la RGI (que no llega a cubrir todas las necesidades básicas) y la dificultad económica que supone ingresar en una residencia de ancianos (cuyos precios superan la pensión media).
Petición a los jóvenes
«El Gobierno tendría que pensar más en nosotros, la gente mayor, porque nos tienen completamente invisibilizados en la sociedad. No estamos hablando de un pequeño grupo de gente, no, somos más de 9 millones», declara Shole Aguirre y hace un llamamiento final a todos los jóvenes: «Luchamos más por los jóvenes de la sociedad que por nosotros mismos y nos encantaría que todos se unieran a la causa».
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