Noticia publicada en Diario Vasco,el jueves día 21 de Octubre de 2021.
«El Camino de Santiago es una escuela de respeto a la diversidad»
Jaume Alemany participó ayer en la proyección del documental 'Cárcel y Camino' y pronuncia hoy una conferencia, dentro de la Semana Jacobea
El sacerdote Jaume Alemany lleva cerca de treinta años haciendo el Camino de Santiago cada verano acompañado de un grupo de presos. Ninguno se ha escapado nunca. Es director de la Pastoral Penitenciaria de Mallorca y ayer presentó en el Centro Cultural Amaia el documental 'Cárcel y camino', que narra su experiencia, dentro del programa de la Semana Jacobea organizada por Jacobi.
«El documental tuvo mucha repercusión en el mundo de las prisiones, la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias lo valoró muy positivamente», explica Jaume Alemany. El audiovisual que se proyectó ayer permitió a los espectadores acercarse a «un mundo tan desconocido como el de las prisiones». Uno de los objetivos con los que se realizó el documental es, precisamente, «sensibilizar sobre esta realidad».
Una ruta terapéutica
Los internos que participan en esas rutas jacobeas son seleccionados cuidadosamente: «no es aconsejable llevar a determinados perfiles, como por ejemplo a personas consumidoras» de algún tipo de sustancia. Cada edición del programa «se prepara muy bien, no es algo espontáneo. La organizamos durante todo el curso». Las personas que participan tienen perfiles diversos y, cada una, su propia historia; pero la experiencia de recorrer el Camino de Santiago «a algunos les cambia la vida. Es un punto de inflexión para ellos».
Eso no significa que no haya algunos casos en los que «vuelven a reincidir. Recuerdo una anéctoda», explica el sacerdote, «de un chico que hizo el Camino conmigo. Al cabo de tres o cuatro años reincidió, y volvió a la prisión. Cuando se encontró con un voluntario de la Pastoral Penitenciaria le dijo que 'lo que más me duele es tener que encontrarme con el padre Jaume y, con la confianza que él depositó en mí, haberle fallado'».
«Siempre les digo a los presos que la vigilancia se puede burlar, pero la confianza no. Ahí no se puede fallar»
Jaume Alemany incide en la importancia de «la confianza. Yo siempre les digo que la vigilancia se puede burlar, pero la confianza no. Ahí no se puede fallar. Y ese mensaje les llega». El sacerdote considera que la misión de una institución penitenciaria no debe ser sólo castigar, sino también ofrecer una nueva oportunidad: los internos «están acostumbrados a que se desconfíe de ellos. La sociedad les castiga y les aparta y cuando salen, aunque hayan pagado su condena, tienen el estigma de haber estado en prisión. Por eso, valoran muchísimo que se les otorgue confianza».
«El Camino de Santiago es para todos, y también para los presos; quizá, para ellos, con más fuerza. Es un Camino terapéutico», subraya Jaume Alemany. «Uno aprende que se puede vivir con mucho menos de lo que pensaba, que la felicidad no está ligada a la comodidad, al hedonismo o al mínimo esfuerzo. El Camino es también una escuela de respeto a la diversidad: te encuentras con tanta gente distinta, la facilidad con la que se contacta con los demás es tal...».
Hoy, nueva conferencia
Tras la proyección de ayer, Jaume Alemany pronunciará hoy, a las 19.00 en el Amaia, una conferencia titulada 'A la vuelta del Camino. Propuesta de un nuevo modo de vivir'. «El Camino te abre nuevas perspectivas, hace replantearse la forma de vida que uno lleva. Quizá no se puedan hacer todos los cambios que se quisieran, porque uno tiene su profesión, sus obligaciones, sus hipotecas... Pero sí que se puede cambiar el talante», asegura el sacerdote. En la charla de esta tarde, «a partir de la experiencia de muchas personas que hacen el Camino, hablaré sobre ese impacto que les deja la experiencia para iniciar un proceso de cambio tanto personal como social, afianzando principios sólidos en una sociedad tan líquida como la nuestra».
No hay comentarios:
Publicar un comentario