Noticia publicada en Diario Vasco,el domingo día 24 de Octubre de 2021.
Un paseo por la calle Mayor de la Europa medieval
Semana Jacobea. La escritora Toti Martínez de Lezea y el trovador Emilio Arias ofrecieron una conferencia musicalizada en el Centro Cultural Amaia.
Más de un millón de personas transitaban cada año «la calle Mayor de Europa», y si tenemos en cuenta que hablamos de la Europa medieval, entre los siglos IX y XI, ese apelativo en referencia a una vía principal está bien merecido. El Camino de Santiago es «una ruta turística ahora, y también cuando se inició», afirmó la escritora Toti Martínez de Lezea este viernes en el Amaia. Junto al músico, luthier y trovador Emilio Arias, ofreció «un paseo de música, palabra y literatura» por el Camino. El acto formaba parte del programa de la Semana Jacobea organizada por la Asociación Jacobi.
En el Amaia sonaron la zanfona o viola de rueda, y el pandero cuadrado. Emilio Arias interpretó el himno peregrino o el 'Romance de Don Gaiferos', e incluso Martínez de Lezea se animó a entonar algunos de los poemas: «entonces, la poesía era cantada», como explicó el trovador. Investigador de instrumentos medievales, el músico de Astorga afincado en Pamplona lleva «unos años» ofreciendo estas sesiones sobre el Camino de Santiago junto a la escritora, «porque nos encanta». Se habían traído un guión, pero en el Amaia hubo bastante de improvisación y muchos aplausos por parte de un público que prácticamente completó el aforo de la sala.
El intenso flujo de gente que cruzaba el Camino de Santiago en la Edad Media trajo consigo el establecimiento de «mucho comercio a lo largo de la ruta oficial», y que también hubiese «bandidos a manta, prostitutas...». Buena parte de los caminantes «no hacían un peregrinaje real» sino que tenían otras motivaciones para hacer el Camino. Por esa vía principal pasaron «escultores, arquitectos, aventureros, mercenarios...».
Toti Martínez de Lezea se refirió también al tramo del Camino que atraviesa Euskadi, «una tierra que entonces era pagana» donde, si bien no había todavía «monasterios, hospitales o conventos en los que cobijarse», los peregrinos encontraban techos bajo los que pernoctar «por la creencia de que si alguien venía a tu casa a pedirte refugio para pasar la noche y no le atendías, y esa persona moría, su espíritu volvería a la casa que le había negado el auxilio», explicó la escritora.
Hubo tiempo para compartir más datos e historias ligados al Camino de Santiago: la del Duque de Aquitania «que fue andando hasta Santiago, entró en la catedral y se murió»; relatos sobre los agotes, teorías en torno al origen de las vírgenes negras como la del Juncal... En total, hora y media que se pasó volando y en la que el público disfrutó y aprendió. Las arrolladoras dotes como comunicadora de Toti Martínez de Lezea tuvieron buena parte de la 'culpa': «no se trata de hacer una exposición magistral. Se trata de transmitir y pasárselo bien, de divertirnos y aprender un poquito», aseguraba al término de la charla. Josin Galzakorta, presidente de Jacobi, le sugirió a la escritora «que vuelvas otro día a seguir contándonos», y el aplauso del público corroboró la petición.
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