Noticia publicada en Diario Vasco,el martes día 25 de Enero de 2022.
El primer txotx, a mesa puesta
Ola Sagardotegia inició el domingo la temporada sirviendo, como el año pasado, la sidra en jarras y ofreciendo el tradicional menú a los comensales
Ola Sagardotegia inició el domingo la temporada del txotx sirviendo, como el año pasado, la sidra en jarras y ofreciendo el tradicional menú a los comensales. Hubo un lleno absoluto en la sidrería de Meaka.
Ante una situación sanitaria todavía marcada por la incertidumbre, el dueño de la sidrería reconocía unos días antes a DV que arrancan la temporada «con algunas dudas, pero con coraje y pensando que hay que seguir adelante. No podemos seguir toda la vida así», subrayaba. Aunque con menos restricciones que en enero del año pasado, la vuelta a la normalidad parece todavía lejana y «tenemos ganas de volver a ella y recobrar la confianza de la gente». No sólo los hosteleros, sino que también «el cliente está harto» de la situación, señalaba Bengoetxea, quien también apuntaba a «la injusticia» que supone «echarle la culpa» del aumento de contagios a la hostelería: «al final, el virus te lo encuentras donde menos lo esperas. Por lo menos, ahora, con las vacunas, parece que la cosa se ha suavizado y vamos a mejor».
Las primeras sidras que se degustarán este año en Ola «son un poco más finas» que en otras ocasiones, apunta Bengoetxea. «No es que tengan menos calidad, sino menos graduación». La cosecha con la que se ha elaborado la sidra de este año fue especialmente abundante. La sidra de Ola proviene de manzanas autóctonas de sus propios manzanos, y se recolectaron nada menos que 180 toneladas. «Hemos tenido que dejar que parte se pudriera, porque ha habido tanto que era imposible aprovecharla toda».
Ola arrancó la temporada del txotx haciendo coincidir el acto con la celebración de San Antón. En el estreno participaron los bertsolaris Mendiluze y Peñagarikano. Un año más hubo homenaje. Este año el honor recayó en varios baserritarras de la zona, «tres de Irun, uno de Hondarribia y otro de Zarautz». Son baserritarras que «han dado el paso, como nosotros, de conseguir la certificación ecológica», indicaba Bengoetxea.
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