Noticia publicada en Diario Vasco,el miércoles día 23 de Febrero de 2022
Zanpantzar se erige en guía y faro de los iruneses ante la incertidumbre
El gigante creado por Xabier Garate echa mano de veleta y brújula para orientarse en estos primeros Carnavales tras la pandemia
Dos años después, ¿nos atrevemos a avanzar hacia la luz al final del túnel? Después de todo lo vivido, las ganas se mezclan con el vértigo y esa incertidumbre que nos ha acompañado en los últimos veinticuatro meses. El Carnaval llega para pintar la escala de grises con su color y, para no despistarnos en ese regreso a unas calles llenas de vida, de fiesta y de alegría, los iruneses vamos a contar con la ayuda de Zanpantzar, el 'Vigilantiae Custos' que quiere guiarnos hacia tiempos mejores.
Como explica Xabier Garate, el artesano encargado de crear al gigante, «la salida de esta crisis provocada por la pandemia nos lleva a transitar por unos tiempos llenos de desorientación». Ahí es donde interviene Zanpantzar, que, «con su espíritu quijotesco, se erige en guía para sacar a los iruneses de esta situación».
La propia cabeza del gigante simboliza un faro y, a modo de espada y escudo, porta una veleta y una brújula, «todos los medios para orientarse, para que no nos demos contra los escollos en esta difícil salida», explica Garate. Como suele suceder, la caracterización de Zanpantzar también se presta a una lectura crítica: el artesano cuenta que «el otro día tuve una visita de unos universitarios en el taller, y uno de ellos me preguntaba si Zanpantzar era una crítica a los políticos, a los poderes que no nos han sabido orientar con claridad. Las interpretaciones son libres, pero esa también vale perfectamente».
Una normalidad más sostenible
Zanpantzar desfilará mañana por las calles de Irun dando la bienvenida al Carnaval y marcando la ruta hacia esa normalidad «que tanto necesitamos. Pero», apunta Garate, «quizá tendrá que ser una normalidad distinta» de la que conocíamos antes de la pandemia. «Hay que cambiar cosas, por mucho que nos pese, y tenemos que ser mucho más sostenibles en todos los aspectos. Si no, esta crisis se va a quedar pequeña al lado de la climática u otras». Es mejor, valora el artesano, asumir algunos cambios «de forma voluntaria y aceptada», en lugar de enfrentarse a «un cambio brusco que nos puede descalabrar».
Tras estos dos años tan duros, buena parte de la sociedad tiene interiorizados «algunos miedos de los que quizás deberíamos despojarnos»; pero es necesario, al mismo tiempo, «ser prudentes. Por eso estamos viviendo tiempos difíciles en los que Zanpantzar, sin duda, nos va a servir de guía».
En este 2022, tras un año de ausencia, el proceso de elaboración de Zanpantzar ha sido algo diferente al de antes de la pandemia: «yo hice el diseño y una maqueta a escala, pero no me he encargado de la cabeza, que es lo más representativo. Un amigo la ha fabricado en fibra de vidrio», ya que Xabier Garate ya no trabaja con este material en su taller. No obstante, son obra suya tanto «la idea como la construcción del resto de la figura, el armazón, los elementos que lleva y el vestuario».
El artesano reconoce que, en medio de estos tiempos de pandemia, «incluso pensé en dejar de hacer el Zanpantzar. El año pasado tuve que tener el taller cerrado, y no estaba con mucho ánimo. Pero la insistencia de Jose Irigoyen, de Bidasoako Erraldoiak, me terminó convenciendo».
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