Noticia publicada en Diario Vasco,el viernes día 29 de Julio de 2022.
Irun-Hendaia, la travesía reivindicativa del patache
Una tripulación africana ha cruzado este viernes el Bidasoa en la embarcación 'Juanita Larando' para reclamar la libre circulación de las personas, dentro del proyecto cultural Elkano Itsas Herria
El patache 'Juanita Larando', que realiza la travesía del proyecto cultural Elkano Itsas Herria ha cubierto este viernes la etapa Irun-Hendaia. La embarcación, fabricada en Albaola a la manera de las que se utilizaban antaño para trasladar noticias y vigilar puertos y costas, ha partido a las cinco de la tarde del pantalán de Santiagotarrak, rumbo al embarcadero del Club Náutico Hendaia-Txingudi.
A bordo del patache, ha ido una tripulación distinta a la habitual: un grupo formado por 18 hombres y mujeres africanos «con papeles», vecinos de distintas ciudades vascas. El objetivo de todos ellos no era otro que reivindicar, a golpe de remo, en el 'Juanita Larando', el derecho a la libre circulación de las personas.
SOS Racismo, Irungo Harrera Sarea, la Fundación Emaús y la asociación Ndank Ndank se sumaron a la iniciativa de Elkano Itsas Etxea.
Durante toda la travesía, se ha recordado a los nueve jóvenes migrantes que han perdido la vida en aguas del Bidasoa, en un intento desesperado por alcanzar la otra orilla. «Cualquier persona debería sentirse concernida por lo que ha pasado aquí», ha dicho, con la vista puesta en el río, el abogado Abdoulaye Gueye, uno de los remeros del patache. «Lo más grave es que esto deje a casi todo el mundo indiferente, como si fuera algo normal, algo aceptable. Alguien muere en la puerta de nuestra casa y no pasa nada».
Otro de los remeros, Matar Ndiaye, trabajador transfronterizo, se ha quejado de que «no hay ni un día en que no te pare la policía en la frontera. Tengo un DNI, soy ciudadano europeo, puedo moverme libremente en todo el territorio Schengen, pero me paran en los controles y alguna vez me han pedido el justificante de que vivo en Hendaia».
Abdoulaye Gueye ha afirmado que estamos en tiempos en los que «hasta las garantías legales seculares ya no se respetan. Estamos en la Unión Europea, dentro del Espacio Schengen. No hay frontera interna y no debería haber controles. Pero esa norma firmada por los países miembros no se respeta ni por su policía ni por los gobiernos. Hay un ambiente de racismo institucionalizado, porque es la propia administración la que hace controles basados en el color de la piel. El hecho de ir directamente a unas personas por su cara es un sesgo que en un ordenamiento democrático de derecho es inaceptable».
Los tripulantes del 'Juanita Larando' tienen un referente claro para no tener que lamentar una sola muerte más en aguas del Bidasoa. «Lo que se ha hecho con Ucrania es el camino. Son personas a las que hay que proteger, por supuesto, como a todas las personas».
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